En la década de 1960 se inició en Estados Unidos una campaña de recolección de alimentos sobrantes en los hogares para luego donarlos a las personas pobres.
La iniciativa ha sido replicada en Japón, y el municipio de Ashikaga, en la prefectura de Tochigi, ha lanzado una compaña de colecta de alimentos excedentes, informó Mainichi Shimbun.
Con ello, además de ayudar a los pobres, se busca combatir la pérdida de alimentos.
Se aceptan artículos listos para comer, enlatados y embotellados, aceite de cocina, azúcar, sal, condimentos, etc.
No se aceptan alimentos con una fecha de caducidad menor a dos meses o que hayan sido abiertos.
El municipio organizó un evento de prueba a mediados de mes. Recibió 301 alimentos de 29 personas que fueron entregados al Banco de Alimentos Ashikaga.
Los productos se distribuyen a familias pobres, comedores infantiles y centros de asistencia social, entre otros beneficiarios. (International Press)