A fines de 2021, durante un periodo de 48 horas, un empleado de la cadena de restaurantes Kisoji trabajó 46 horas y 30 minutos.
El 29 de diciembre, comenzó a trabajar a las 5:30 a. m. A la 1 de la tarde tomó un descanso de 30 minutos. Luego reanudó sus labores y trabajó hasta las 5 de la mañana del día siguiente. Es decir, trabajó 23 horas durante un periodo de 24.
Sin embargo, ni bien terminó su turno a las 5 de la mañana del día 30 de diciembre, comenzó su nuevo turno sin descansar. Recién al mediodía se tomó un descanso de media hora, tras lo cual trabajó hasta las 5 de la mañana del 31 de diciembre. Es decir, 23 horas y media en un periodo de 24.
Su caso no fue excepcional, de acuerdo con un documento interno develado por Mainichi Shimbun.
Hasta 20 empleados trabajaron más de 20 horas al día durante dos días seguidos a fines del año pasado.
La compañía atravesaba por un periodo de mucho trabajo en la preparación de la comida tradicional japonesa de Año Nuevo, osechi, en una fábrica en la prefectura de Aichi.
Durante su escaso tiempo de descanso, los trabajadores dormían de pie o en el suelo en una sala de conferencias.
Mientras trabajaban, usaban calentadores de cuello, entre otros artículos, para soportar las bajas temperaturas.
Si bien los últimos días del año pasado fueron de intenso trajín, todo el mes de diciembre fue duro. Alrededor de 40 empleados trabajaron más de 100 horas extra ese mes.
La compañía japonesa habría violado la Ley de Normas Laborales.
Cuando Mainichi buscó la versión de Kisoji, la cadena negó que uno de sus empleados hubiera trabajado 46 horas y 30 minutos. No obstante, ante la evidencia del documento interno obtenido por el diario, la compañía aseguró que estaba realizando esfuerzos para ofrecer “lugares de trabajo donde los empleados se sientan seguros y cómodos para trabajar”.
En junio de este año, empleados de Kisoji denunciaron que habían trabajado horas extra sin recibir pago por ellas. (International Press)
