El primer ministro Fumio Kishida, anunció esta noche en conferencia de prensa que aumentará hasta finales de noviembre la capacidad de camas COVID para alrededor de 36.000 pacientes en previsión de una «sexta ola», un 30% más en comparación con el pico del virus en el verano pasado.
“El coronavirus sigue siendo la prioridad absoluta”, afirmó Kishida quien la tarde de hoy fue reelegido como Primer Ministro en la sesión plenaria especial de la Cámara de Diputados tras la presentación de su “segundo gabinete”, en el que solo se cambió al ministro de Relaciones Exteriores.
El gobernante japonés dijo que las nuevas medidas del gobierno serán presentadas en su conjunto este viernes. Se conoce que una de las disposiciones será el anuncio de vacunaciones para niños menores de 12 años y pruebas gratuitas de PCR para asintomáticos.
Durante el pico de la “quinta ola” unas 28.000 personas fueron hospitalizadas. Para llevar un mejor control sobre la evolución de la pandemia, desde diciembre, el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar Social publicará el índice de ocupación de camas en cada centro médico COVID. Los hospitales deberán ingresar esos datos en el sistema si quieren recibir subsidios del gobierno, dijeron fuentes citadas por Kyodo.
Se teme que aparezca una nueva variante del coronavirus tres veces más contagiosa que la cepa existente en Japón. Si ese fuera el caso, el gobierno instará a las áreas menos afectadas a enviar personal médico a donde las infecciones sean mayores.
Entre las medidas de contingencia ante una sexta ola, se pedirá la cancelación de eventos y el cierre temporal de restaurantes, así como la reducción de los servicios de transporte y un pedido a la ciudadanía para abstenerse de salir de casa. (AG/NI/PJ/)
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