Akihiro Okumoto fue condenado a muerte en 2014 por asesinar a su esposa, su hijo y su suegra.
En prisión, el hombre dibuja con lápices de colores como parte fundamental de un proceso de “expiación” de sus crímenes.
Desde febrero, sin embargo, Okumoto no puede usar lápices de colores que no sean mecánicos debido a una nueva disposición del Ministerio de Justicia de Japón.
El japonés decidió demandar al gobierno de Japón por violar su libertad de expresión.
El juicio ya comenzó y la defensa legal dijo que si bien su cliente puede usar lápices estándar y mecánicos, no puede dibujar como solía hacerlo antes de que entrara en vigor la nueva regla.
Okumoto desea seguir dibujando para expiar sus delitos, subrayó su defensa.
Sus dibujos, transformados en postales, son vendidos por gente que lo apoya. Los ingresos se entregan a familias en duelo. (International Press)
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