El gobierno de Japón busca introducir una serie de modificaciones en la ley de prevención de enfermedades infecciosas para fortalecer la lucha contra el coronavirus.
Modificaciones que implican duras sanciones contra la gente y los negocios que no cooperan.
Una de las medidas que el gobierno evalúa implantar son fuertes castigos a los pacientes de covid-19 que se nieguen a ser hospitalizados, según un funcionario gubernamental, informó Jiji Press.
Las personas que debido a la severidad de sus síntomas deben ser hospitalizadas, de acuerdo con los estándares de salud, pero se niegan podrían pasar hasta un año de prisión o recibir una multa de un millón de yenes (9.600 dólares) como máximo.
La propuesta se discutió durante una reunión del gobierno con la coalición gobernante y los partidos de oposición.
Otras sanciones que el gobierno apunta a establecer: hasta seis meses de prisión o una multa de hasta 500.000 yenes (4.800 dólares) a los infectados que se rehúsen a cooperar con las investigaciones de las rutas de transmisión del virus, fundamentales para averiguar por dónde se está moviendo el coronavirus.
Los negocios que se nieguen a recortar sus horarios de atención recibirían penas de hasta 500.000 yenes.
El principal partido de oposición, el Partido Demócrata Constitucional de Japón, expresó sus dudas sobre la eficacia de los castigos y pidió al gobierno que considerara aligerar las penas de prisión y las multas.
El gobierno tiene previsto presentar sus medidas en el próximo periodo de sesiones de la Dieta, que comienza el lunes. (International Press)
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