Richard O’Barry, un activista estadounidense contra la caza de delfines, intentó ingresar a Japón el 18 de enero de 2016.
Sin embargo, el estadounidense no pudo salir del Aeropuerto de Narita. Funcionarios de inmigración le impidieron la entrada y le exigieron que volviera a Estados Unidos.
O’Barry se negó y fue detenido. Estuvo encerrado más de dos semanas y fue deportado el 5 de febrero, después de que su apelación para ingresar a Japón fue rechazada.
Japón le negó la entrada alegando que en anteriores visitas a Japón había mentido sobre el propósito de su estadía. O’Barry aparece en el popular documental “The Cove”, que denuncia la caza de delfines en el pueblo japonés de Taiji y ganó un Óscar en 2010. El estadounidense ingresaba como turista a Japón y visitaba Taiji.
Más de tres años después del incidente, un tribunal de Japón falló contra la orden de deportación del gobierno nipón, informó Kyodo.
Cuando intentó ingresar a Japón, O’Barry dijo a los funcionarios de inmigración que iba a ver una caza de delfines. Había reservado un hotel en Taiji y tenía un boleto de avión de vuelta a EEUU.
El tribunal no halló nada irregular en la solicitud del estadounidense de 79 años.
La justicia dijo que no era cierto que O’Barry hubiera obstruido la caza de delfines en el pasado y que resultaba difícil creer que hubiera intentado molestar a los pescadores.
Después de su deportación, el abogado de O’Barry denunció que su cliente había perdido más de diez kilos durante su detención (en aquel entonces tenía 76 años), según el sitio web dolphinproject.com.
Por otro lado, subrayó que turismo no solo significa visitar destinos turísticos, sino también lugares de desastre (como los relacionados con el Holocausto). Así las cosas, las visitas de O’Barry a Taiji para asistir a la caza de delfines también deberían haber sido consideradas como una actividad turística. (International Press)
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