Con la entrada en vigor del impuesto al consumo de 10 % en Japón en octubre también se inició un programa de educación preescolar gratuita en el país, que el gobierno financiará con los ingresos generados por el aumento del gravamen.
Desde este mes, el gobierno cubre a través de subsidios la mensualidad que hasta septiembre pagaban los padres de los niños.
La NHK reveló que 1.612 kínderes en todo Japón decidieron subir sus tarifas antes de que el programa comience.
De ellas, más de mil lo hicieron en abril pasado. 236 subieron sus precios este mes y 225 tienen previsto hacerlo en abril de 2020.
Alrededor de 2.400 kínderes que respondieron al sondeo de la emisora pública nipona han decidido no incrementar sus tarifas.
Existía preocupación entre las autoridades japonesas de que los yochien elevaran sus cobros para beneficiarse del programa obteniendo mayores subsidios.
Por ello, en septiembre el gobierno de Japón lanzó una advertencia a kínderes en el sentido de que si decidían aumentar sus tarifas, el alza tenía que estar acompañada por mejores servicios.
“Subir las tarifas sin razón es inaceptable”, subrayó.
El gobierno ordenará que cualquier aumento sea explicado detalladamente a los padres de los niños.
Muchos yochien justifican el aumento diciendo que deben pagar más a su personal y lidiar con el alza del impuesto al consumo. (International Press)
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