El joven de 24 años al que Fumio Miyazaki golpeó varias veces en el rostro el 10 de agosto en una autopista de Ibaraki no es la única víctima de un caso que ha tenido un gran impacto mediático en Japón.
Cuando Miyazaki, un hombre de 43 años, salió de su coche para atacar al joven, estaba acompañado por su novia, una mujer de 51 años que también se bajó del automóvil, siguió a Miyazaki y grabó la agresión.
El rostro y la identidad de Miyazaki se hicieron públicos el 16 de agosto, cuando fue colocado en una lista de personas buscadas a nivel nacional.
Sin embargo, no se reveló el nombre de su novia, lo que disparó las especulaciones sobre su identidad y marcó el inicio de una pesadilla para una mujer residente en Tokio que fue falsamente señalada como la cómplice de Miyazaki.
La mujer convocó a una conferencia de prensa para anunciar que está evaluando iniciar acciones legales contra las personas que difundieron irresponsablemente su nombre en las redes sociales estigmatizándola como culpable, revela Asahi Shimbun.
La mujer dijo que entró en pánico la mañana en que vio su nombre y su foto en internet. Los tuits que la sindicaban como cómplice incluían su cuenta de Instagram, que fue inundada de comentarios de gente que la condenaba y pedía que se entregara a la policía.
La víctima, que dirige una empresa, utilizó su cuenta en Facebook para negar la acusación, pero el linchamiento virtual no cesó.
El 17 de agosto, día en que aparecieron sus datos personales en internet, su compañía recibió 280 llamadas telefónicas de gente que la criticaba.
La mentira comenzó a desvanecerse el día 18, cuando Miyazaki y su novia (una mujer llamada Natsuko Kimoto) fueron arrestados.
Aunque la pesadilla terminó, la empresaria aún sufre sus secuelas. En la conferencia de prensa dijo que todavía no se recupera. Con la demanda que prepara quiere que los usuarios de las redes sociales piensen antes de difundir o compartir información sin fundamento.
La mujer buscaría una compensación por parte de los irresponsables que tuitearon que era la culpable, así como de aquellos que retuitearon las acusaciones sin asidero.
El único nexo entre Miyazaki y la mujer es que el hombre sigue a la empresaria en Instagram.
Asahi logró contactarse con uno de los culpables de la difusión de la información falsa. Es un universitario de 19 años que dijo que se sintió “eufórico” cuando consiguió “identificar” a la víctima como la cómplice de Miyazaki antes que los grandes medios japoneses.
Estaba tan convencido de que la mujer era la pasajera del coche de Miyazaki que cuando la víctima lo negó en Facebook se encolerizó porque creyó que estaba mintiendo.
Sin embargo, cuando la verdadera cómplice de Miyazaki fue arrestada, el estudiante dijo que sintió “miedo” de lo que había hecho: culpar a una inocente. (International Press)
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