Un hombre nigeriano en la cuarentena murió el lunes en un centro de detención de inmigración en Japón, informó Asahi Shimbun.
El nigeriano estaba haciendo una huelga de hambre para protestar por su detención durante más de tres años, según el grupo RINK, que apoya a los extranjeros detenidos por inmigración.
El hombre fue transportado a un hospital después de perder la conciencia. Murió en la ciudad de Nagasaki. No se ha hecho pública la causa de su fallecimiento.
Su caso no es aislado.
Otros 27 extranjeros están en huelga de hambre en un centro de detención en Ushiku. Algunos de ellos llevan 47 días sin comer, según Kimiko Tanaka, representante del grupo. Dos hombre llevan cinco años detenidos. Un iraní de 23 años que buscó asilo hace más de dos años ha perdido peso y está usando una silla de ruedas.
«Una detención prolongada es una violación de los derechos humanos», enfatizó Tanaka.
Un funcionario de inmigración aseguró que están brindando atención médica a los detenidos y tratando de persuadirlos para que coman.
La muerte del nigeriano es la décimo quinta desde 2006 en un centro de inmigración. El sistema japonés es criticado por su negligente atención médica de los extranjeros detenidos y su prolongado encierro.
Hasta junio de 2018, Japón tenía aproximadamente 1.500 detenidos en los centros de inmigración (casi la mitad de ellos durante más de seis meses).
604 eran solicitantes de asilo cuyas solicitudes fueron rechazadas, mientras que el resto estaba detenido por infracciones a la ley de inmigración como permanecer de manera ilegal en el país. (International Press)
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