Kyoko Wilson, la japonesa de 31 años que el miércoles fue asesinada por su esposo estadounidense, se quejó el año pasado ante la policía de que su cónyuge era “emocionalmente inestable”, según Tokyo Reporter.
El crimen se produjo en el Tribunal de Familia de Tokio, adonde la mujer había ido para un procedimiento relacionado con el divorcio de ambos. El estadounidense de 32 años la atacó por sorpresa, utilizando un cuchillo para cortarle el cuello.
El hombre huyó, pero fue atrapado poco después cerca del lugar. Llevaba tres cuchillos consigo y tenía marcas de cortes en los brazos.
El asesino ha permanecido en silencio. Se evaluará si puede ser considerado penalmente responsable por el crimen.
La mujer acudió a la policía en agosto del año pasado para reportar la inestabilidad de su esposo, sin hacer mención de un posible abuso doméstico. (International Press)
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