El paquete de modificaciones legales cuya aprobación en la Dieta persigue el gobierno de Japón para ampliar el número de trabajadores extranjeros en el país ha sido criticado por la oposición desde diversas perspectivas.
En declaraciones recogidas por la NHK, el presidente del Partido Comunista japonés, Kazuo Shii, dijo que derechos humanos de los extranjeros, como llevar a sus familiares a Japón o la libertad de elegir un trabajo, no están totalmente protegidos.
Aceptar a más trabajadores extranjeros en dichas circunstancias es “problemático”, afirmó. Shii dijo que no está acuerdo con la propuesta gubernamental.
Por su parte, el secretario general del Partido Democrático Constitucional, Tetsuro Fukuyama, dijo que aunque el primer ministro Shinzo Abe dice que su plan no pretende abrir el país a los inmigrantes, podría alterar las bases de la sociedad japonesa.
Fukuyama dijo que se necesita una discusión más de fondo y que el hecho de que un panel del gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD) haya debatido el proyecto durante cuatro horas indica que este es inadecuado e incompleto.
Los que se acojan a la categoría 1 podrán permanecer en Japón un máximo de cinco años y no podrán llevar a sus familias al país (los de la segunda categoría sí podrán).
Abe ha negado que el nuevo sistema de visado que entrará en vigor en abril de 2019 sea una política de inmigración. (International Press)
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