El 1 de diciembre de 2015, un joven de 19 años zanjó una discusión con su padre asesinándolo a puñaladas en la casa donde vivían. La víctima tenía 49 años.
Más de dos años después, el asesino fue sentenciado a once años de prisión por el Tribunal de Distrito de Sendai, informó Mainichi Shimbun.
La defensa del homicida, hoy de 21 años, subrayó que el joven había sufrido abuso psicológico al presenciar fuertes peleas cotidianas entre sus padres y que, por ende, no había podido crecer de forma saludable. Por ello, solicitó una sentencia parcialmente suspendida.
El presidente del tribunal reconoció que la violencia doméstica de la que fue testigo influyó en cierta medida en la personalidad del asesino, pero no al extremo de excusar o justificar su delito.
Por su parte, la fiscalía, que solicitó 14 años de prisión, también reconoció que debe considerarse hasta cierto punto el ambiente nocivo en el que el joven creció, pero no de manera relevante, haciendo hincapié en que el crimen fue “atroz”. (International Press)
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