El primer ministro japonés, Sinzo Abe, se reunió hoy en Moscú con el presidente ruso, Vladímir Putin, con varios asuntos en la agenda, entre ellos el tratado de paz entre ambos países, pendiente desde la Segunda Guerra Mundial.
«Hoy quisiera tratar varios asuntos. Entre ellos las relaciones bilaterales, incluido el problema de la firma del tratado de paz, y además la seguridad y la situación regional» en la zona del Pacífico, dijo Abe al inicio de la reunión con Putin.
El contencioso territorial que mantienen Tokio y Moscú sobre las islas Kuriles -arrebatadas a Japón en 1945 por la Unión Soviética- ha impedido hasta ahora que los dos países firmen el citado tratado.
En diciembre de 2016, Putin viajó a Japón y los dos líderes se comprometieron a avanzar en la solución del contencioso.
Como primer paso, acordaron el desarrollo de actividades económicas conjuntas en las cuatro Kuriles del Sur en las áreas de pesca, turismo, sanidad y medio ambiente, así como flexibilizar los visados para que los varios millares de exresidentes nipones de estas islas puedan visitarlas.
«En nuestro último encuentro acordamos activar nuestras relaciones y contactos. Y ya podemos concluir que se han producido avances. Espero que también esta visita de una delegación japonesa tan representativa contigo al frente de sus frutos», se dirigió Putin al primer ministro japonés.
Putin y Abe, que celebran hoy su quinto encuentro en poco más de un año, se tutean, y el jefe del Gobierno japonés se dirige por el nombre de pila al líder del Kremlin.
«Japón es nuestro buen vecino y un socio prometedor», subrayó Putin, al que acompañan en la reunión el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov; y el viceprimer ministro, Ígor Shuválov.
Abe reconoció que «las relaciones económicas» ruso-japonesas «se desarrollan como debe ser» tras la cumbre del pasado mes de diciembre.
Instantes antes de tomar el avión con destino a Moscú, el jefe del Gobierno japonés explicó a la prensa nipona que también planteará a Putin la tensión ante las pruebas armamentísticas de Pyongyang.
Se espera que pida a su homólogo ruso cooperación para presionar al régimen norcoreano a que abandone sus programas de desarrollo nuclear y de misiles. (EFE)
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