Discrepancias en la coalición gobernante
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, busca aplazar la nueva subida del IVA nipón, prevista para abril de 2017, hasta octubre de 2019, pero estaría teniendo dificultades a la hora de establecer un consenso entre la coalición gobernante.
Abe expuso su intención de retrasar dos años y medio la subida del gravamen en una reunión con el Ministro de Finanzas Taro Aso, el portavoz del Ejecutivo Yoshihide Suga y el secretario general de su formación, el Partido Liberal Demócrata (PLD), la noche del sábado, pero no llegaron a un acuerdo, según recogen hoy los medios nipones.
El primer ministro japonés se refirió en el encuentro a la recién celebrada cumbre del G7, que finalizó el viernes, y en la que los líderes de las siete potencias más industrializadas coincidieron en la difícil situación que atraviesa la economía global.
De hecho, en la cita Abe habló de un escenario como el que dejó la quiebra de Lehman Brothers en 2008 para insinuar las próximas apuestas de Tokio, entre ellas el aplazamiento del incremento del IVA del actual 8 al 10 por ciento, que ha planteado a su gobierno.
La propuesta habría encontrado las reticencias del partido en el poder, que expresó su preocupación ante la posibilidad de que el retraso afecte a los planes para ampliar los programas de bienestar social y el restablecimiento de la salud fiscal del país, según recogió la cadena pública NHK.
De llevarse a cabo, Abe tendría que disolver la Cámara Baja como hizo a finales de 2014, una idea a la que Suga se habría opuesto.
Algunos miembros argumentaron que no pueden sino apoyar la idea, a la luz de la situación económica actual, en la que preocupa la debilidad de la demanda global y del consumo doméstico, principal motor de la tercera economía mundial.
Mientras, los opositores a la idea consideraron que Japón ha de seguir adelante con la subida prevista como parte de su compromiso con la reconstrucción fiscal, para mantener la confianza de la comunidad internacional, detalló la cadena japonesa.
El primer ministro japonés también transmitió por vía telefónica el plan a su socio de Gobierno, el budista Nuevo Komeito, que accedió a considerar la propuesta, pero transmitió a Abe su convencimiento de que es necesario aumentar el impuesto para mejorar el sistema de seguridad social del país, detalló el diario Nikkei.
Abe expuso su intención de tomar una decisión al respecto antes de las elecciones a la Cámara Alta de la Dieta (Parlamento japonés) que tendrán lugar este verano.
De llevarse a cabo, ésta sería la segunda vez que Abe retrasa este aumento del gravamen -el segundo de una subida en dos etapas en virtud del que ya se aumentó el impuesto del 5 al actual 8 por ciento en 2014-, que ya pospuso de 2015 hasta 2017. (EFE)
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