En Corea del Sur se pone en duda que la prueba sea una bomba H.
Corea del Norte aseguró hoy haber dado un importante salto dentro de su programa armamentístico al haber detonado con éxito su primera bomba H pese a que expertos y diversas entidades dudan que Pyongyang haya logrado desarrollar esta tecnología.
En caso de que la afirmación sea cierta, la posesión de una bomba de hidrógeno (más potente que las probadas anteriormente por el régimen norcoreano en 2006, 2009 y 2013) incrementaría el reto en materia de seguridad que Pyongyang plantea de manera persistente a la comunidad internacional.
No obstante, las autoridades surcoreanas dudan de ello y han subrayado que la detonación realizada hoy a las 10.00 hora local (01.30 GMT) en el Centro de Ensayos Nucleares de Punggye-ri (noreste del país) fue menos potente que la anterior prueba atómica llevada a cabo por Corea del Norte en este mismo lugar en febrero de 2013.
De cualquier manera, algunos expertos han señalado que se requerirán varios días para sacar conclusiones.
«Es necesario hacer un buen análisis y hará falta tiempo. Para concluir si ha sido una explosión termonuclear o no, se necesitan al menos un par de días, puede que incluso una semana», indicó por su parte a la cadena nipona NHK el responsable del Centro de Investigación para la Abolición de Armas Nucleares de la Universidad de Nagasaki, Tatsujiro Suzuki.
La bomba H (también llamada de hidrógeno o termonuclear) se diferencia de las bombas de fisión diseñadas originalmente en los años cuarenta en que emplea un primer dispositivo de fisión para propiciar después una reacción mayor -la fusión de átomos de hidrógeno- que multiplica su poder devastador.
Dada su mayor eficiencia y capacidad destructiva, se estima que todas las armas atómicas desplegadas actualmente por los cinco países que tienen arsenales y son firmantes del Tratado de No Proliferación (EE.UU., Rusia, Reino Unido, Francia y China) son dispositivos de tipo termonuclear.
La duda que plantea el ensayo de hoy es si el impredecible régimen Juché posee artefactos a la altura de las principales potencias nucleares y si es capaz de miniaturizarlos para equiparlos sobre un misil.
Corea del Norte lleva años insinuando avances en cuanto al desarrollo de su tecnología de fusión pero, tal y como han señalado expertos como Jeffrey Lewis, del Centro James Martin para la No Proliferación en Monterey (California), asegurar que ha logrado construir con éxito una bomba H «parecería un poco exagerado».
Justo después de que Kim Jong-un asegurara el pasado 10 de diciembre que su país se había hecho con la bomba H, Lewis señaló en un artículo publicado en el portal especializado en Corea del Norte 38North que fabricar uno de estos dispositivos requiere una «experiencia en materia de ensayos» de la que carece el país, ya que solo puede considerar como «realmente exitosa» su prueba de 2013.
Una posibilidad que se baraja es que Corea del Norte esté probando combustibles empleados para la fusión -como el tritio, el cual podría estar obteniendo de su reactor de Yongbyon- para incrementar la potencia explosiva de sus armas.
La prueba de hoy genera tantas dudas como el supuesto lanzamiento de misiles desde un submarino que Corea del Norte aseguró realizar el pasado mayo y que de ser cierto incrementaría de manera alarmante el alcance de los proyectiles de Pyongyang.
Pero en cualquier caso, y aunque una mayoría aplastante de expertos continúa asegurando que el régimen de los Kim está aún lejos de poder montar cabezas nucleares sobre sus misiles, resulta difícil creer que las pruebas atómicas y de misiles que Pyongyang lleva a cabo periódicamente desde hace casi dos décadas no le estén deparando avance alguno.
Independientemente de que el hermético país haya logrado construir o no una bomba H o de que este último ensayo se evalúe como un éxito o un fracaso, el mensaje remitido hoy por Corea del Norte parece claro: pretende fabricar bombas nucleares cada vez más potentes y para ello realizará los ensayos que hagan falta. EFE
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