El alcohol habría desencadenado la tragedia
El 2 de mayo pasado, en la prefectura de Aichi, Eiko Ishikawa, una mujer de 52 años, y su madre, Hiroko (76), salieron a cenar. Y bebieron alcohol.
Al retornar a casa, discutieron en el estacionamiento. Eiko estaba en el interior de su automóvil, mientras la anciana le tocaba la ventana desde el exterior. De pronto, Eiko abrió la puerta del lado del conductor con tanta fuerza que derribó a su madre.
A la mañana siguiente, Eiko descubrió a su mamá inconsciente en el piso. De inmediato llamó a una ambulancia que llevó a la víctima a un hospital.
Fue tan fuerte el impacto que la anciana sufrió una contusión cerebral y falleció el 18 de mayo.
El 31 de mayo, Eiko fue arrestada bajo el cargo de homicidio culposo.
La mujer se ha declarado inocente. «Yo no tenía la intención de usar la fuerza para abrir la puerta… Yo ni siquiera sabía que la había tumbado», dijo en su defensa.
Si ni siquiera tenía conciencia de que había derribado a su madre, como aseguró la mujer, probablemente estaba demasiado borracha como para darse cuenta de lo que ocurría. Quizá recién al día siguiente, al despertar, ya pasada la borrachera, vio todo claro. Y llamó a la ambulancia.
El caso ha generado controversia en las redes sociales en Japón, revela el sitio Japan Crush.
Algunos creen que la mujer no quiso asesinar a su madre, que seguramente estaba tan ebria que no tenía conciencia de lo que hacía. Para otros lo hizo a propósito. (International Press)