Festival de la Cultura Brasileña en Japón celebra 120 años de relaciones bilaterales

Inmigrantes japoneses en Brasil

 

Hay casi 2 millones de nikkei en Brasil y unos 180.000 brasileños en el país asiático


Inmigrantes japoneses en Brasil
Inmigrantes japoneses en Brasil

Brasil conmemora en 2015 sus 120 años de relaciones bilaterales con Japón, a través de un amplio programa de eventos culturales que pretenden acercar al país asiático una imagen contemporánea de su arte y de su estilo de vida.

El programa, que arrancó este mes y se prolongará hasta finales de año, incluye muestras de artes visuales, arquitectura, música, gastronomía y teatro, todas ellas seleccionadas «por su calidad y por reflejar las relaciones recíprocas», dijo en una entrevista a Efe el embajador brasileño en Japón, André Corrêa do Lago.


La primera gran retrospectiva en Japón del influyente arquitecto Oscar Niemeyer, otra sobre la arquitecta italo-brasileña Lina Bo Bardi o la exhibición de un mural del pintor nipón Tsuguharu Fujita inspirado en Brasil son algunos de los eventos más destacados del I Festival de la Cultura Brasileña en el país asiático.

El objetivo del programa cultural es «mostrar una imagen más contemporánea de Brasil, y de la calidad de su arte y de su estilo de vida», explicó Corrêa do Lago.

Desde que establecieron relaciones diplomáticas en 1895, Brasil y Japón han mantenido «una relación muy positiva, muy intensa en el intercambio humano y muy fructífera para ambas partes en lo económico», destacó el embajador brasileño.


Debido a la emigración en ambas direcciones, actualmente hay casi 2 millones de descendientes de japoneses en Brasil, y unos 180.000 residentes brasileños en el país asiático.

Sin embargo, «en el Japón de hoy no hay una visión del Brasil actual», ya que «mucha gente sigue teniendo una imagen de los años 60 y 70, y desde entonces el país ha cambiado muchísimo», subrayó Corrêa do Lago.


Por ello, se ha diseñado el programa cultural poniendo énfasis en mostrar un Brasil «más allá de lo folclórico y de lo típico conocido, como los Carnavales de Río de Janeiro», señaló.

También se han buscado artistas que hayan retratado los lazos entre ambos países, como el fotógrafo nipón-brasileño Haruo Ohara (1909-1999), autor de expresivas series de instantáneas en blanco y negro sobre japoneses emigrados al país latinoamericano tras la II Guerra Mundial.

En la misma línea, las exposiciones de Niemeyer y Bo Bardi serán diseñadas por los arquitectos nipones Ryue Nishizawa y Kazuyo Sejima, ambos galardonados con el premio Pritzker, y podrán verse respectivamente en el Museo de Arte Contemporáneo de Tokio (MOT) y en el centro tokiota Watari-um.

El programa también incluye una muestra fotográfica sobre los orígenes de la Bossa Nova, instalaciones de la artista visual Regina Silveria en tres fachadas de edificios tokiotas o la representación de un montaje japonés de «Toda desnudez será castigada», del aclamado dramaturgo Nelson Rodrigues, entre otros actos.

El programa cultural de la Embajada de Brasil en Japón continuará en 2016, coincidiendo con la celebración de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, ciudad a la que sucederá Tokio en 2020.

«Queremos aprovechar este ‘puente olímpico’ para acercar aún más a ambos países», señaló el embajador brasileño. (EFE)

 

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