Tokio conmemora el 20 aniversario del atentado con gas sarín en el metro

Ataque con gas sarín en Tokio el 20 de marzo de 1995.

Tokio conmemora hoy los 20 años del atentado con gas sarín perpetrado en el metro de la capital por miembros de la secta Verdad Suprema (Aum Shinrikyo, en japonés), que causó 13 muertos y más de 6.000 heridos.

En plena hora punta de la mañana del 20 de marzo de 1995, cinco miembros de este culto religioso abrieron de manera coordinada varias bolsas con gas sarín en sendos trenes del metro de Tokio en el centro de la capital.


El líquido, transparente e inodoro, que derramaron alcanzó casi al instante el estado gaseoso y se propagó por los vagones en pocos minutos, lo que provocó la intoxicación de 6.300 personas, de las cuales 13 fallecieron y decenas quedaron en estado casi vegetativo.

La mayoría de las víctimas todavía sufre hoy secuelas físicas -pérdida de visión, cansancio crónico o dolorosas y continuas migrañas- además de estrés postraumático.

En la estación de Kasumigaseki, en el distrito gubernamental de Tokio que reúne las principales sedes ministeriales y una de las más afectadas por el ataque, los empleados del metro guardaron esta mañana un minuto de silencio, mientras que en las otras cinco estaciones donde hubo víctimas mortales se hicieron ofrendas florales en memoria de los fallecidos.


El atentado, el peor que ha sufrido Japón desde la II Guerra Mundial, continúa rodeado de incógnitas a pesar de que sus principales responsables fueron condenados a cadena perpetua o a pena de muerte.

Los autores eran miembros de la secta Aum, un culto religioso de corte «new age» que vio la luz en 1984, cuando su líder, Shoko Asahara (cuyo nombre real es Chizuo Matsumoto), abrió un pequeño seminario de yoga en el barrio tokiota de Shibuya.

Esta secta se convirtió en apenas una década en una poderosa organización con capacidad para desarrollar agentes químicos y armas ligeras, e incluso presentó una lista de candidatos a las elecciones generales de 1990 aunque no llegó a obtener representación parlamentaria.


Antes del ataque de 1995 Aum ya era investigada por las autoridades porque había ejecutado otro atentado con sarín que mató a ocho personas en la provincia de Nagano en 1994, y en 1989 planeó el asesinato de un abogado que preparaba una demanda multimillonaria contra la secta.

A raíz del atentado en el metro de Tokio, los tribunales procesaron a unos 190 miembros del grupo, emitieron cinco condenas de cadena perpetua y confirmaron 13 penas de muerte, entre ellas la de Asahara, aunque de momento ninguna de las ejecuciones se ha llevado a cabo. (EFE)

 

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