En noviembre de 2013, Shiori Yuasa, una mujer de 22 años, fue asesinada por su exnovio en una calle de Chiba. Dos meses antes, Yuasa había acudido a la policía para denunciar que el hombre la estaba acosando porque quería que volvieran. La policía le advirtió al sujeto de que la dejara en paz, pero este hizo caso omiso.
Un estudio revela que no es infrecuente que los acosadores ignoren las advertencias de la policía. De acuerdo con el Instituto Nacional de Investigación de Ciencias Policiales, uno de cada cuatro acosadores –considerados como los más peligrosos– desoyen a la policía y continúan acosando a sus víctimas.
Debido a esto, la Agencia Nacional de Policía está pidiendo a sus oficiales que actúen antes de que sea demasiado tarde.
El estudio se sustentó en la investigación de alrededor de 220 casos registrados en Chiba durante un periodo de tres meses en 2012, según la NHK.
Los acosadores fueron divididos en tres categorías: lo menos peligrosos son los que acechan a través de correos electrónicos o llamadas telefónicas.
A continuación, están aquellos que siguen o amenazan a sus víctimas.
Los más peligrosos amenazan de manera repetida a sus víctimas e incluso van a sus casas. Esta categoría involucra principalmente a exnovios, lo que indica que estos son los peores.
En 2013 la policía reportó más de 20.000 casos de acoso, la cifra más alta jamás registrada en Japón. (ipcdigital)