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“Tengo dos hijos, el mayor tiene 7 años y ya entiende lo que se le dice, pero el menor es un dolor de cabeza, tiene 4 años y está yendo a un jardín japonés, ya no quiero ir a recogerlo, me da miedo qué me van a decir sus profesoras. Siempre se quejan de que ha hecho algo a otros niños, que les ha pegado, que les ha mordido, que les ha pateado, siempre tengo que estar pidiéndoles disculpas por lo mal que se porta. Me da rabia porque se está pareciendo cada vez más a su padre. Pero antes no era así, era más tranquilo y no tenía problemas en el jardín. Como le dije antes, mi marido siempre me está atacando verbalmente, me está culpando de todo. Usted me pregunta si siempre fue así, esto me hizo pensar, no me acuerdo bien, pero puede que sea después de que vino mi mamá. Ahora estamos viviendo juntos y ella me ayuda bastante, siempre me defiende cuando tengo problemas con mi marido, esto es un alivio porque siempre me he estado aguantando, pero él se queja de que no tiene lugar en su propia casa.”
Respuesta: Tal vez la respuesta a la causa de los pleitos con su esposo es lo que él le dice, que “no tiene lugar en su propia casa”. Para usted, que está tan acostumbrada a su madre y a la vez, se siente protegida, no siente que haya ningún problema en la casa. Por otro lado, poniéndonos en la posición de él, no tiene “aliados”, se siente aislado, lo cual da lugar a un desequilibrio de fuerzas. La situación es conflictiva porque por un lado, él también habrá dado la bienvenida a su madre y le estará agradecido por la ayuda que presta en el hogar, pero lastimosamente, también se están desencadenando situaciones de estrés que no se habrán prevenido. En estos casos, es muy común que surjan confrontaciones entre los esposos, muchas veces por ninguna razón aparente. Eso muestra que hay un desequilibrio en las relaciones. Para que el balance en la familia sea sano, el vínculo entre los esposos es el que debe prevalecer sobre toda otra relación. Si la ligazón entre hija y madre se hace más fuerte que el de los esposos en una familia, ocurre un desbalance que afecta negativamente no tan solo a la pareja sino a todo el hogar. Puede que el niño esté manifestando en acciones las tensiones que están afectando a la familia y a las cuales los hijos reaccionan sensiblemente.
Para mejorar la situación, hable sinceramente con su esposo; será importante que usted no se aguante, que pueda decirle lo que piensa y lo que siente, la apertura mejorará las relaciones. Además, una pauta importante es la que le dio él al decirle que “no tiene lugar en su propia casa”. Si su madre piensa quedarse, la concientización que usted genere será fundamental en las relaciones futuras con su esposo, tenga en mente que ante todo, debe darle a él su “lugar”. El vínculo y la ligazón de la pareja deben prevaler sobre otros, verá que así mejorará la relación con su esposo. Sus hijos son el barómetro de la salud psicológica del hogar.
*Psicóloga clínica, contacte con ella llamando al 090-2245-4021 o por correo electrónico: consultas@hotmail.co.jp