Empresa que comercializa impresoras y equipos de oficina tiene en la mira al director de Oki Systems Ibérica
El fabricante de equipos de telecomunicaciones japonés Oki Electric anunció el descubrimiento de irregularidades contables en su filial española, las cuales tendrán «un impacto» en los resultados financieros de la compañía.
La empresa estima que, por lo investigado hasta el momento, el impacto total de estas prácticas supone un riesgo de pérdida de unos 8.000 millones de yenes (82,5 millones de euros), «al tiempo que existe la posibilidad de que pueda afectar a los resultados de pasados ejercicios fiscales», según aclara en un comunicado.
Oki Electric estableció ayer un comité externo de investigación para aclarar «los detalles y desarrollar medidas preventivas», después de que las pesquisas internas confirmaran las sospechas con respecto a Oki Systems Ibérica (OSIB), filial constituida en 1993 con sede en Madrid que comercializa impresoras y equipos de oficina.
La empresa montó en julio una comisión interna que ha revelado «que el director general de OSIB (de contratación local, y actualmente suspendido) había realizado una contabilidad irregular mediante el registro excesivo de deuda activa», aquella que figura en los libros de cuentas como ventas que deben ser cobradas.
Oki Electric ha decidido optar por recibir la información que brinde el comité externo antes de presentar los resultados correspondientes al trimestre abril-junio, algo que planeaba hacer el 10 de agosto, y que ahora prevé hacer para el 14 del septiembre.
Debido a que las regulaciones de las Bolsas de Tokio y Osaka, donde cotiza el grupo, estipulan que los resultados financieros del periodo abril-junio, primero del año fiscal nipón, deben ser presentados antes del 14 de agosto, la compañía espera ser designada como un «valor bajo supervisión (a confirmar)».
Oki Electric, que lamenta en el comunicado «la mala conducta» de su subsidiaria y pide disculpas por los inconvenientes a socios, inversores, clientes y accionistas, espera revelar «de inmediato» las averiguaciones del comité externo.
De este modo, la compañía pretende poder reflejar el impacto de estas irregularidades en los resultados correspondientes a todo el ejercicio 2012, que en Japón concluye el 31 de marzo de 2013. (EFE)
