Víctima del 11 marzo era una joven profesora en Miyagi
Andy y Jeanne Anderson enfrentan la pérdida de su hija de 24 años de edad, Taylor, muerta en el tsunami del 11 de marzo, lanzando el Anderson Memorial Fund para ayudar a los niños de Japón, informó la agencia Kyodo.
«Hacer esto era natural. Era solo una manera positiva que teníamos nosotros para seguir adelante y para mantener vivo su nombre», dice la madre de Taylor.
Taylor vivió en Japón durante tres años y enseñó en siete diferentes escuelas de primaria y secundaria en Miyagi bajo un programa de intercambio.
Ella fue vista por última vez cuando montaba en su bicicleta en la ciudad de Ishinomaki después de comprobar que sus alumnos estaban a salvo tras el devastador terremoto.
La fundación fue establecida por la familia Anderson a través de la escuela secundaria de Taylor, St. Catherine, en Virginia. Más de 700 personas de todo el mundo han hecho donaciones, que superan los 123.000 dólares.
“Si ella hubiera sobrevivido, sabemos que hubiera querido quedarse y ayudar. Taylor deseaba ser un puente entre EE. UU. y Japón. A ella le hubiese encantado la idea de que nosotros ayudemos a construir ese puente”, asegura la madre.
Entre los proyectos que tiene planeada la fundación figuran los “rincones de lectura” en las siete escuelas donde Taylor fue profesora.
La familia también está considerando la posibilidad de crear con el Asia-Pacific YMCA becas para enviar a los niños de Ishinomaki a la universidad.
“Nosotros creemos que Taylor estaría muy orgullosa de esto y su espíritu nos da ánimos y fortaleza todos los días para hacer lo mejor en su honor”, afirma el padre. “Eso mantiene su espíritu en todos nosotros”, añade.
Los padres de Taylor no albergan sentimientos negativos hacia Japón. “Es uno de los mejores lugares en la Tierra. Cuando es tu tiempo de partir, es tu tiempo”, concluye la madre.
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