El Gobierno de Japón presentó el primer borrador oficial que define el alcance del «Ikusei Shuro», el nuevo sistema de empleo para extranjeros que sustituirá al polémico Programa de Prácticas Técnicas. Según el documento, el tope máximo de aceptación de trabajadores se fijará en aproximadamente 426.000 personas durante los primeros dos años tras su implementación en abril de 2027.
Esta cifra, sumada al límite establecido para el sistema de «Tokutei Gino» (Habilidades Específicas), proyecta un techo total de 1.232.000 trabajadores extranjeros para finales de marzo de 2029. La propuesta será analizada por un panel de expertos antes de su aprobación definitiva por el Gabinete, prevista para enero del próximo año.
¿CÓMO SE HIZO EL CÁLCULO?
A diferencia del antiguo sistema de prácticas técnicas, que no contaba con límites de capacidad, el sistema Ikusei Shuro introduce un control riguroso basado en las necesidades reales del mercado. El gobierno calculó el déficit de personal esperado en 17 sectores clave para el año 2029, restando el impacto de la mejora de la productividad mediante tecnología y la contratación de personal nacional.
El sector de la construcción lidera la demanda con un límite de 123.500 trabajadores, seguido de cerca por la fabricación de productos industriales con 119.700 plazas. En el extremo opuesto, el sector forestal presenta la cifra más baja, con apenas 500 puestos asignados. Estas cifras reflejan una ligera reducción respecto a los 449.432 practicantes actuales, anticipando un ajuste natural durante la transición de modelos.
NUEVAS CATEGORÍAS LABORALES
En cuanto al visado de «Tokutei Gino» de nivel 1, diseñado para quienes completan su formación inicial, el gobierno ha realizado un ajuste a la baja en sus expectativas. Aunque se han añadido tres nuevas áreas de trabajo, incluyendo la gestión de residuos y almacenes logísticos, el límite quinquenal se redujo de 820,000 a 805,700 personas.
Desde la Agencia de Servicios de Inmigración de Japón (Shutsuyuukoku Zairyuu Kanricho) explicaron que este reajuste no implica una menor apertura, sino una apuesta por la eficiencia. Se espera que la implementación de nuevas medidas de productividad en cada sector permita cubrir las necesidades económicas del país con una gestión migratoria más precisa y controlada. (RI/AG/IP/)
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