
El grupo islamista Hamás anunció en un comunicado hoy que ha entregado su respuesta a los países mediadores sobre el plan de paz propuesto por Estados Unidos para la Franja de Gaza. La noticia contiene una esperanza inmediata: Hamás accede a liberar a todos los rehenes en poder del grupo, y se declara listo para iniciar negociaciones de forma inmediata. Sin embargo, la brecha con Israel se mantiene profunda, especialmente en torno al desarme, lo que impide vislumbrar un acuerdo rápido.
El plan de paz contempla un cese al fuego y la retirada gradual de las tropas israelíes de Gaza, siempre y cuando ambas partes lleguen a un acuerdo. La fase inicial de canje es muy específica: Hamás acepta la liberación de todos los rehenes (cuyo número de sobrevivientes se estima actualmente en unos 20) dentro de las 72 horas siguientes a la aprobación oficial del plan por parte de Israel. A cambio, Israel deberá liberar a 250 prisioneros palestinos que cumplen cadena perpetua.
La organización islamista enfatizó que su consentimiento para la liberación total de los rehenes está supeditado al cumplimiento de estas condiciones de intercambio.
A pesar del acuerdo de principio, la principal diferencia que bloquea el camino hacia un pacto radica en el futuro de Hamás. El plan incluye el desarme del grupo, algo a lo que la organización se niega categóricamente.
Mousa Abu Marzouq, un alto funcionario de Hamás, declaró a la televisión Al Jazeera que, si bien están de acuerdo con los puntos principales del plan, «no se pueden implementar sin negociación». Sobre el desarme, Marzouq fue tajante: «No lo llevaremos a cabo hasta que Israel detenga la ocupación de Gaza».
Este problema se remonta al 7 de octubre de 2023, cuando Hamás organizó una ofensiva sobre Israel desde la Franja de Gaza provocando la muerte de alrededor de 1.500 personas y secuestrando a unas 250 personas, incluyendo niños. (RI/AG/IP/)
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