El legendario ex jugador japonés Ichiro Suzuki, conocido mundialmente como Ichiro, hizo historia al convertirse en el primer asiático en ingresar al Salón de la Fama del Béisbol en Estados Unidos. La ceremonia se celebró hoy en Cooperstown, Nueva York, donde Ichiro fue ovacionado por miles de fanáticos que corearon su nombre.
“Hoy estoy experimentando una emoción que no creí que sentiría por tercera vez. En 1992, después de graduarme de la secundaria, debuté como novato en Orix. En 2001, a los 27 años, volví a ser un novato con los Seattle Mariners. Y hoy, frente a todos ustedes, vuelvo a sentirme como un novato. Gracias por recibirme con tanta calidez. Espero ser una persona digna de ingresar al Salón de la Fama. Pero como ya tengo 51 años, por favor, tratenme con indulgencia”.
«Estar aquí es un sueño maravilloso. Gracias por permitirme ser parte de este increíble equipo”, dijo sonriendo. Recordó sus inicios en Grandes Ligas, cuando se sintió abrumado por el entorno, y reflexionó: “Si te mantienes fiel a tus convicciones, puedes superarlo. Siempre creí que mi deber era jugar con la misma pasión desde el primer partido hasta el 162”.
Ichiro también rindió homenaje al pionero Hideo Nomo, presente en la ceremonia, destacando su influencia en la apertura de puertas para los peloteros japoneses en las Grandes Ligas: “Fue una inspiración para mí y para muchos”.
El discurso duró 19 minutos y fue pronunciado completamente en inglés, recibiendo una ovación del público presente. Luego, se fotografió junto a otras leyendas como el pitcher C.C. Sabathia, y recibió una ovación que puso de pie a los presentes.
Durante su carrera, Ichiro revolucionó el béisbol estadounidense: en su primera temporada (2001) ganó el título de bateo, lideró en bases robadas y obtuvo los premios MVP y Novato del Año. En 2004 rompió el récord histórico de más hits en una sola temporada con 262 imparables.
En 19 temporadas en Grandes Ligas, acumuló 3.089 hits, un promedio de .311, con117 jonrones, 780 carreras impulsadas y 509 bases robadas. Además, fue ganador de 10 Guantes de Oro consecutivos y registró diez temporadas seguidas con más de 200 hits, una hazaña sin precedentes.
Para ingresar al Salón de la Fama, un jugador debe haber competido al menos 10 años en Grandes Ligas y esperar cinco tras el retiro. La votación la realiza la Asociación de Cronistas de Béisbol de Estados Unidos y exige un mínimo del 75 % de los votos; Ichiro alcanzó un histórico 99,7 %. (RI/International Press)
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