Un nuevo caso de robo agrícola ha sacudido la localidad de Kaminoyama, en la prefectura de Yamagata, donde 200 kilos de cerezas de la prestigiosa variedad «Sato Nishiki», con un valor estimado de un millón de yenes (aproximadamente 6.900 dólares), fueron sustraídos justo antes de su recolección.
El robo ocurrió entre el mediodía del 13 de junio y la madrugada del día 15, en un huerto gestionado por Shinichi Ishiyama, un agricultor de 74 años residente en el distrito de Aioi. Ishiyama descubrió el hurto cuando llegó a su campo en la mañana del sábado. La cosecha estaba programada para ese mismo día, pero los ladrones arrancaron los frutos directamente con el tallo, una señal de extracción deliberada y apresurada.
Este es el tercer caso de robo de cerezas en lo que va de la temporada en la región, siendo este el de mayor volumen hasta la fecha. La policía ha intensificado las patrullas en los alrededores para prevenir nuevos incidentes y buscar pistas que permitan identificar a los responsables.
La variedad Sato Nishiki, conocida también como la «reina de las cerezas», es considerada una de las más valoradas en Japón por su dulzura, textura y prestigio en el mercado nacional. El robo de cultivos de alta gama se ha convertido en una creciente preocupación entre los productores, especialmente en periodos previos a la cosecha. (RI/AG/IP/)
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