
El primer ministro Shigeru Ishiba ha comenzado a considerar seriamente la disolución anticipada de la Cámara de Representantes si el Partido Democrático Constitucional (Rikken Minshuto) presenta una moción de censura contra su gabinete. La decisión sería tomada sin esperar siquiera a la votación. Según fuentes del gobierno, Ishiba compartió esta postura con Hiroshi Moriyama, secretario general del Partido Liberal Democrático (PLD), con la intención de frenar los movimientos de la oposición.
La advertencia llega en un momento de alta tensión política, a medida que se acerca el final del actual período de sesiones ordinarias del Parlamento, previsto para el 22 de junio. El gobierno y la oposición ya se encuentran enfrascados en una batalla estratégica sobre cómo manejar los últimos días del calendario legislativo.
De acuerdo con la Constitución japonesa, si la Cámara Baja aprueba una moción de censura contra el gabinete, el primer ministro tiene un plazo de diez días para optar entre disolver el Parlamento o renunciar junto con su gabinete. Actualmente, el gobierno de Ishiba es una minoría parlamentaria y, si los partidos opositores se unieran, la moción podría ser aprobada.
Ante este riesgo, el primer ministro ha hecho saber a su entorno que prefiere adelantarse y convocar elecciones anticipadas de inmediato si la oposición presenta la moción. Esta jugada busca evitar que el gobierno quede arrinconado por una mayoría opositora y pretende obligar al Rikken Minshuto a pensarlo dos veces antes de formalizar su desafío. (RI/AG/IP/)
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.