Los principales fabricantes de automóviles de Japón lograron aumentar su producción por tercer mes consecutivo en abril, según datos industriales publicados este jueves. A pesar de los nuevos aranceles impuestos por la administración Trump a las importaciones automotrices, las exportaciones japonesas a Estados Unidos se mantienen estables.
La producción global de ocho grandes automotrices japonesas creció un 1% interanual, alcanzando 1.908.886 unidades en abril. La producción nacional en Japón subió un 4%, totalizando 635.619 unidades, lo que representa el cuarto mes seguido de crecimiento interno.
Uno de los casos más destacados fue Daihatsu Motor, que multiplicó su producción por 2,6 respecto al año anterior, con 54.548 unidades, recuperándose de las reducciones sufridas en 2023 por un escándalo de fraude en certificaciones.
Subaru, por su parte, incrementó un 21% su producción local, hasta alcanzar 50.707 unidades, impulsada por la nueva versión de su SUV Forester.
Sin embargo, la producción en el extranjero cayó un 1%, registrando 1.273.267 unidades, siendo la primera baja interanual en dos meses. Nissan fue la más afectada, con una caída del 14% a nivel global, debido a un desempeño débil en EE UU y China.
En cuanto a exportaciones hacia Estados Unidos, el impacto de los aranceles fue mínimo hasta ahora. Por ejemplo:
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Toyota aumentó sus envíos un 8% (54.755 unidades).
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Mitsubishi creció un 1%.
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Mazda cayó un 10% (24.488 unidades).
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Honda multiplicó sus exportaciones por más de seis, hasta 3.419 unidades, y planea iniciar la producción local del Civic híbrido en EEUU a partir de junio.
Este repunte de la industria automotriz japonesa muestra una resiliencia notable frente a la presión comercial externa y una recuperación progresiva en el mercado interno. (RI/AG/IP/)
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