
El presidente de Nissan Motor, Iván Espinosa, se reunió hoy con el gobernador de Kanagawa, Yuji Kuroiwa, en medio de crecientes preocupaciones por el posible cierre de las plantas de Oppama y Shonan, que emplean a más de 5.000 trabajadores en la prefectura. Espinosa aclaró que aún no hay decisiones tomadas sobre el cierre de instalaciones como parte de su plan de reestructuración.
Tras el encuentro en la sede del gobierno local, Kuroiwa pidió públicamente a Nissan que cancele cualquier plan de clausura si aún no hay definiciones. “Si aún no está decidido, queremos que se mantengan abiertas. Y si no es posible, que se minimicen los daños”, señaló. Kuroiwa también subrayó la inquietud ciudadana por el impacto económico en la región, que alberga más de 1.700 empresas proveedoras vinculadas a las plantas.
El gobierno de Kanagawa afirmó que la reunión fue solicitada por Nissan. Además, la compañía estaría considerando la venta de su sede en Yokohama, cercana a la estación del mismo nombre, como parte de sus medidas para sanear sus finanzas. El inmueble, valorado en más de 100 billones de yenes, unos 698 millones de dólares, fue objeto de subsidios públicos por unos 2,9 billones de yenes, lo que aumenta el interés gubernamental en el futuro del edificio y de la automotriz en la región. (RI/AG/IP/)
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