Una reducción de 10 yenes por litro en el precio de la gasolina, que se aplicará desde el 22 de mayo, permitirá a los hogares japoneses ahorrar alrededor de 4.004 yenes al año, según estimaciones de Takanobu Kiuchi, economista ejecutivo del Instituto de Investigación Nomura. El cálculo parte del gasto promedio anual de 70.237 yenes en gasolina por hogar (de dos o más personas) registrado en 2023, y representaría una baja promedio del 5,7% en los precios de los productos.
La medida, anunciada por el primer ministro Shigeru Ishiba, busca aliviar el impacto del alza en los precios de la energía, y se aplicará de manera escalonada. Partiendo de los 185 yenes por litro, el precio bajará a 180 yenes el 29 de mayo, y se irá reduciendo 1 yen semanal hasta alcanzar los 175 yenes el 3 de julio.
ELIMINAR LA «TASA IMPOSITIVA PROVISIONAL»
Sin embargo, el mayor debate está puesto sobre la “tasa impositiva provisional” (zantei zeiritsu) que grava los combustibles desde 1974, introducida como un recargo temporal tras la primera crisis del petróleo. Aunque nació como una medida de emergencia, se ha prorrogado durante casi cinco décadas, y actualmente encarece en 25,1 yenes por litro el precio de la gasolina.
En diciembre de 2024, los partidos Liberal Democrático, Komeito y Kokumin MInshuto acordaron abolir esta tasa, lo que —de concretarse— implicaría una baja de hasta 13,6% en el precio de la gasolina, considerando un valor base de 185 yenes por litro. Para los hogares, eso significaría un ahorro cercano a los 9.552 yenes anuales. Sin embargo, la eliminación requiere una reforma legal y todavía no tiene fecha.
El gobierno considera la actual reducción de 10 yenes como una medida puente, hasta que se logre el consenso legislativo para suprimir definitivamente esta carga fiscal.
¿ES NECESARIO EL SUBSIDIO SI YA BAJA EL CRUDO?
En paralelo, los precios internacionales del crudo han comenzado a caer, y el yen ha mostrado señales de recuperación. Esto ha reducido el precio de importación del petróleo en yenes. De hecho, para la semana del 21 de abril se estima un promedio de 182,7 yenes por litro, por debajo del umbral de 185 yenes que activaría automáticamente el subsidio. Por ello, el gobierno no otorgó subsidios desde el 17 de abril, algo inédito desde el inicio del programa en enero de 2022.
Kiuchi advierte que si esta tendencia se mantiene, la intervención pública con más subsidios podría resultar innecesaria. “El momento y necesidad del subsidio deben revisarse a la luz de las condiciones del mercado”, opinó Kiuchi.
LA MEDIDA «DESHONESTA» DE ISHIBA
Por su parte, el diputado y líder del Partido Democrático del Pueblo (Minshinto), Yuichiro Tamaki, criticó duramente la decisión del gobierno de Shigeru Ishiba y la coalición oficialista de reducir el precio de la gasolina en 10 yenes por litro a través de subsidios, calificándola de «medida oportunista» ante la cercanía de las elecciones al Senado.
Tamaki subrayó que su partido aboga por la eliminación definitiva de la «tasa impositiva provisional» sobre los combustibles, y no por subsidios temporales. Consideró que esta reducción responde a fines electorales de cara a los comicios de verano, y reclamó que si realmente se quiere ayudar a la ciudadanía, se debería aprobar un presupuesto complementario y aplicar una reforma fiscal duradera. «Restaurar los subsidios es una maniobra deshonesta porque se acercan las elecciones», insistió el diputado.
Tamaki también recordó que a fines del año pasado, su partido llegó a un acuerdo con el PLD y Komeito para suprimir esta tasa, y que lo único pendiente es definir la fecha de su implementación. Pidió que se aproveche la actual sesión parlamentaria para realizar la reforma fiscal que permitiría una baja permanente en el precio de la gasolina. (RI/AG/IP/)
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