El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, anunció este lunes 22 de abril una nueva política para aliviar el impacto de la inflación en el costo de la vida, que incluye una rebaja fija de 10 yenes por litro en el precio de la gasolina y del diésel, a partir del 22 de mayo. La medida busca reducir la carga económica sobre los hogares japoneses y se suma a la reanudación de los subsidios a la electricidad y el gas durante los meses de verano.
Hasta ahora, el gobierno mantenía el precio promedio de la gasolina regular en torno a los 185 yenes por litro mediante subsidios variables a las petroleras. Con el nuevo esquema, el descuento será de 10 yenes por litro independientemente del precio del mercado. Esto significa que, incluso si los precios caen por debajo de los 185 yenes, el subsidio seguirá aplicándose, lo que se traduce en un alivio más directo para los consumidores.
“Con esta medida, si el precio actual ronda los 185 yenes, se reducirá aproximadamente a 175 yenes, lo que nos devolverá al nivel de precios inmediatamente posterior al inicio de la invasión rusa en Ucrania”, explicó Ishiba en declaraciones a la prensa desde la residencia oficial del primer ministro.
La medida estará financiada con recursos del fondo de subsidios ya existente, que aún cuenta con un remanente de aproximadamente un billón de yenes. Además del descuento en gasolina y diésel, se reducirá en 5 yenes el precio del fueloil y del queroseno, y en 4 yenes el del combustible para aviones.
TAMBIÉN HABRÁ SUBSIDIO PARA LA ELECTRICIDAD Y EL GAS
El gobierno también reactivará a partir de julio las ayudas a la electricidad y el gas que habían concluido en marzo. Esta asistencia se aplicará durante los meses más calurosos, de julio a septiembre, cuando el uso del aire acondicionado eleva significativamente el consumo eléctrico en los hogares.
En 2024, el subsidio aplicado en agosto y septiembre consistió en un descuento de 4 yenes por kilovatio hora en las tarifas residenciales. Ishiba precisó que los detalles de esta nueva ronda de apoyo se definirán a lo largo de mayo, en función de cómo evolucionen los precios de la energía. El financiamiento se obtendrá del fondo de emergencia del presupuesto nacional, que dispone de aproximadamente 700.000 millones de yenes.
Con estas medidas, el Ejecutivo japonés intenta contrarrestar los efectos del alza sostenida en los precios de la energía y reforzar la capacidad adquisitiva de la población sin recurrir, de momento, a un nuevo presupuesto suplementario. (RI/International Press)
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