
El Gobierno de Perú, liderado por la presidenta Dina Boluarte, otorgó un salvoconducto a la ex primera dama Nadine Heredia y a su hijo menor para que puedan viajar a Brasil, luego de que dicho país aprobara su solicitud de asilo diplomático. Heredia fue condenada recientemente a 15 años de prisión por el delito de lavado de activos.
La decisión fue tomada en cumplimiento de la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954, luego de que la Embajada de Brasil en Lima notificara al Ministerio de Relaciones Exteriores peruano que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva había aprobado la solicitud de asilo presentada por Heredia.
Según informó la Cancillería peruana mediante un comunicado, se cumplió con lo dispuesto en los artículos V y XII de dicha convención, los cuales establecen que el país que concede el asilo puede solicitar al país donde se encuentra el asilado que le permita salir de su territorio. El Estado receptor debe otorgar las garantías necesarias y el salvoconducto correspondiente, salvo en casos de fuerza mayor.
En este contexto, el Gobierno de Perú concedió los salvoconductos para permitir el traslado seguro de Nadine Heredia y su hijo fuera del país. Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores también se confirmó que ambas naciones están en constante coordinación respecto a esta situación.
INGRESO A LA EMBAJADA DE BRASIL
La mañana del martes 16 de abril, Heredia ingresó a la sede de la Embajada de Brasil en Lima, ubicada en el distrito de Miraflores, donde formalizó su solicitud de asilo. Esta medida se produce tras la condena emitida por el Poder Judicial peruano por lavado de activos, en un caso que involucra aportes irregulares a su partido político.
Según informó el diario Folha de São Paulo, el expresidente Ollanta Humala, esposo de Heredia y también condenado a 15 años de prisión por el mismo delito, fue quien impulsó la solicitud de asilo. Inicialmente, Heredia se habría resistido a la idea, pero Humala la habría convencido recordándole que, durante el proceso judicial, se le negó el permiso para viajar a Brasil a atenderse por una enfermedad. Ahora, con una condena firme, esa posibilidad médica sería aún más remota en prisión.
La decisión de Brasil de acoger a Heredia bajo la figura del asilo diplomático ha generado opiniones divididas en el ámbito político y judicial. Mientras que la defensa de la ex primera dama alega que la condena responde a una persecución política, el Poder Judicial peruano insiste en la legitimidad del fallo y en la gravedad de los cargos.
Por su parte, el Gobierno peruano, pese a la condena vigente, ha optado por respetar los compromisos internacionales asumidos por el país en materia de asilo diplomático, autorizando la salida de Heredia y su hijo del territorio nacional. (RI/AG/IP/)
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