El presidente electo de Uruguay, Yamandú Orsi, juró hoy su cargo ante la Asamblea General, marcando el regreso del Frente Amplio al poder tras cinco años de ausencia. En su discurso inaugural, Orsi aseguró que su gobierno no representará una refundación, sino una etapa de «nuevas propuestas y de construcción permanente» para abordar los problemas urgentes que enfrenta la población.
La asunción de Orsi, de 57 años, devuelve el poder a la coalición de centroizquierda Frente Amplio, que agrupa sectores moderados, comunistas y sindicalistas de línea dura. El gobierno anterior, liderado por el presidente saliente Luis Lacalle Pou, estuvo marcado por una gestión de centroderecha que ahora cede el mando en un acto celebrado con una multitudinaria participación ciudadana.
Acompañado por su vicepresidenta, Carolina Cosse, Orsi llegó al Palacio Legislativo de Montevideo a las 14:00 hora local (02:00 horas de hoy domingo en Japón), donde fue recibido entre aplausos. Tras la juramentación, se trasladó a la Plaza de la Independencia para recibir la banda presidencial de manos de Lacalle Pou y presentar oficialmente su gabinete ministerial.
UN DESAFÍO POLÍTICO Y ECONÓMICO
Orsi asume la presidencia con un Congreso dividido. Aunque el Frente Amplio obtuvo una ajustada mayoría en el Senado con 16 de 30 escaños, no logró controlar la Cámara de Representantes. Esto obligará al nuevo gobierno a negociar con otras fuerzas políticas para aprobar sus principales iniciativas.
«Será necesario mucho diálogo», admitió Orsi en su discurso. «No llegamos al gobierno con la lógica de imponer».
A nivel económico, el presidente enfrenta una recuperación aún incompleta tras la pandemia de COVID-19 y los efectos de una histórica sequía. Según el economista Arturo Porzecanski, del Woodrow Wilson International Center for Scholars, los mercados observarán con atención las primeras decisiones del nuevo gobierno, en especial su manejo de los sindicatos y su estrategia para impulsar un crecimiento más sólido.
SEGURIDAD Y CRIMINALIDAD, RETOS URGENTES
Otro de los mayores desafíos de Orsi será combatir el aumento de la delincuencia en Uruguay. La tasa de homicidios se ha duplicado en los últimos 15 años, convirtiéndose en uno de los principales problemas de seguridad del país, según un informe reciente de The Americas Society/Council of the Americas.
En este contexto, el nuevo presidente prometió recuperar la senda del crecimiento económico sin afectar la calidad del empleo y mejorar la distribución del ingreso, al tiempo que refuerza la seguridad en las calles.
La ceremonia de investidura contó con una participación récord de destacados líderes internacionales, entre ellos los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Colombia, Gustavo Petro; Chile, Gabriel Boric, y Panamá, José Raúl Mulino. También asistieron el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, y el rey de España, Felipe VI. (RI/AG/IP/)
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