La salud de Francisco empeora repentinamente, recibió ventilación mecánica

Rezo del rosario por la salud del Papa Francisco ayer viernes en la Plaza San Pedro (Vatican News)

El Papa Francisco, hospitalizado por neumonía, sufrió un episodio de broncoespasmo, una contracción involuntaria de los músculos bronquiales que dificultó su respiración. Como consecuencia, su estado de salud «empeoró repentinamente», por lo que fue sometido a ventilación mecánica no invasiva, según informó el servicio de prensa del Vaticano.

El Vaticano detalló que ayer el Pontífice experimentó un único episodio de broncoespasmo, una condición peligrosa que afecta el flujo de oxígeno y la eliminación de dióxido de carbono. Durante el episodio, el Papa inhaló vómito, lo que provocó un deterioro súbito de su estado.


«El Santo Padre fue sometido inmediatamente a una aspiración bronquial para limpiar sus vías respiratorias y se le conectó a ventilación mecánica no invasiva, lo que mejoró sus niveles de oxígeno en la sangre», indicó la Santa Sede.

PRONÓSTICO RESERVADO

A pesar de la gravedad del episodio, el Papa Francisco permaneció consciente durante los procedimientos. Sin embargo, su pronóstico sigue siendo reservado. «Se necesitarán entre 24 y 48 horas para evaluar su estado clínico tras este episodio», explicó el Vaticano.


Además, se informó que gracias a la ventilación no invasiva, los niveles de oxígeno en su sangre volvieron a valores previos a la crisis.

El Papa Francisco fue hospitalizado el 14 de febrero para recibir tratamiento por bronquitis, tras varios días de enfermedad. El Vaticano recordó que el Pontífice tiene antecedentes de problemas respiratorios, ya que a los 21 años le extirparon parte de un pulmón.

Posteriormente, se le diagnosticó una infección respiratoria polimicrobiana y su estado fue descrito como una «situación clínica compleja».


El 22 de febrero, el Vaticano anunció que el Papa estaba en estado crítico y había recibido una transfusión de sangre. Días después, se le detectó una insuficiencia renal «leve», la cual, según fuentes oficiales, se resolvió en poco tiempo.

En los últimos días, la salud del Pontífice había mostrado una leve mejoría. El 26 de febrero, una tomografía computarizada indicó una evolución normal de la inflamación en sus pulmones. Sin embargo, el reciente episodio de broncoespasmo ha generado nuevas preocupaciones sobre su estado. (RI/AG/IP/)



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