El gobierno japonés está listo para modificar el sistema fiscal y aumentar el umbral de ingresos a partir del cual se empieza a pagar el impuesto sobre la renta. Actualmente, las personas con ingresos superiores a 1.030.000 de yenes anuales deben pagar impuestos, pero con la nueva propuesta, este límite se elevará a 1.600.000 de yenes.
El cambio, acordado tras negociaciones entre el Partido Liberal Democrático (PLD) y el Partido Komeito con la oposición, forma parte de una reforma fiscal cuyo proyecto de ley se espera que sea aprobado antes de fin de 2024. Si se aprueba, la medida entrará en vigor a partir de los ingresos de 2025.
IMPACTO EN LOS CONTRIBUYENTES
El sistema fiscal japonés calcula los impuestos después de aplicar un monto denominado «deducción básica». Actualmente, esta deducción es de 480.000 yenes, lo que genera el umbral de 1,03 millones de yenes para empezar a pagar impuestos. Con la nueva medida, este límite se elevará a 1,6 millones de yenes, permitiendo a más trabajadores ganar más sin pagar impuestos.
Además, la reforma incluirá un alivio fiscal de aproximadamente 20.000 yenes al año por persona para muchos contribuyentes.
OBJETIVO DE LA MEDIDA
El cambio busca aliviar la carga fiscal de los trabajadores de bajos ingresos, especialmente a aquellos que laboran a tiempo parcial y empleados eventuales, incentivando así una mayor participación laboral. También responde a la necesidad de ajustar el sistema tributario a las condiciones económicas actuales y al aumento del costo de vida en Japón.
Se espera que la nueva política tenga un impacto positivo en la economía, ya que permitirá a más personas disponer de mayores ingresos netos, impulsando el consumo y el crecimiento económico. (RI/AG/IP/)
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