La agencia de Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha autorizado a dos empresas de biotecnología a realizar trasplantes experimentales de órganos de cerdos genéticamente modificados en humanos, algo que se conoce como xenotrasplantes.
Según un comunicado de la empresa United Therapeutics Corporation los ensayos comenzarán a mediados de 2025 con seis pacientes que padecen enfermedad renal terminal.
La compañía prevé ampliar la participación a 50 personas que, por razones médicas, no pueden recibir un riñón de un donante humano o que figuran en listas de espera con pocas probabilidades de recibir un órgano en los próximos cinco años.
Los participantes en el ensayo de United Therapeutics deberán tener entre 55 y 70 años y haber estado en diálisis durante al menos seis meses. Posteriormente, serán monitoreados durante al menos 12 semanas tras la cirugía.
El producto de United Therapeutics, conocido por el nombre comercial de UKidney, es un xenoriñón experimental de un cerdo con 10 modificaciones genéticas. Se añaden seis genes humanos al genoma del cerdo para facilitar la aceptación inmunológica y la compatibilidad del órgano en el receptor humano, mientras que se inactivan cuatro genes porcinos: tres que contribuyen al rechazo de órganos porcinos en humanos y uno que puede provocar el crecimiento del órgano.
UNA ERA TRANSFORMADORA
Otra empresa, eGenesis, también recibió autorización para llevar a cabo un estudio de trasplante de riñón en tres pacientes, con la posibilidad de expandir el programa en el futuro.
«Estamos entrando en una era transformadora en el trasplante de órganos», declaró Mike Curtis, director ejecutivo de eGenesis.
Actualmente, más de 106.000 personas están en la lista nacional de trasplantes en Estados Unidos, la mayoría de ellas en espera de un riñón.
El campo del xenotrasplante —también explicado como la transferencia de órganos entre especies— ha avanzado significativamente gracias al desarrollo de técnicas de edición genética que reducen el riesgo de rechazo.
En EEUU, Tovana Luni, de 53 años, lleva más de dos meses viviendo con un riñón de cerdo genéticamente modificado. En este órgano, los científicos realizaron modificaciones en 10 genes y eliminaron tres antígenos inmunogénicos para minimizar la respuesta del sistema inmune. (RI/AG/International Press)
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