A las 21:00 horas del 30 de octubre, el tifón se encontraba al sur de Okinawa, avanzando en dirección noroeste a una velocidad de 15 kilómetros por hora. Presentaba una presión central de 935 hectopascales, con vientos máximos sostenidos de 50 metros por segundo (aproximadamente 180 km/h) y ráfagas que alcanzan los 70 metros por segundo (252 km/h). Esta tormenta ha creado un área de vientos violentos de 220 kilómetros de radio desde su centro, afectando una amplia zona.
Se prevé que el tifón continúe su recorrido hacia el mar de China Oriental, donde se espera que empiece a debilitarse y se transforme en un ciclón extratropical hacia el 1 de noviembre. Sin embargo, la interacción con un sistema frontal incrementará el riesgo de lluvias intensas en la región oeste de Japón hasta el 2 de noviembre.
Para el 31 de octubre, se esperan vientos sostenidos de hasta 25 metros por segundo y ráfagas de hasta 35 metros por segundo en Okinawa, con oleaje alto y peligroso. El 1 de noviembre, aunque el tifón comenzará a debilitarse, todavía podrían registrarse olas de hasta 8 metros de altura y vientos fuertes, con ráfagas de hasta 35 metros por segundo. (RI/AG/IP/)
