La policía de Tokio arrestó a Sato Kazufumi, de 64 años, por presuntamente abandonar el cadáver de su padre durante más de un año en la casa de la víctima en Hachioji.
Sato negó las acusaciones, declarando a la policía que «pensaba que su padre solo estaba durmiendo». La investigación continúa para confirmar plenamente la identidad del fallecido y esclarecer las circunstancias que rodearon su muerte.
El incidente salió a la luz el domingo 13 de octubre, cuando una empresa de limpieza que había sido contratada para entrar en la vivienda llamó a la policía después de encontrar lo que describieron como «un cuerpo en estado de momificación». El cadáver fue hallado en la sala, acostado sobre el suelo. Tras un análisis preliminar, se cree que el cuerpo llevaba al menos un año en ese estado.
El hijo de la víctima, Sato, habría dicho a los trabajadores de la empresa de limpieza que no se preocuparan, explicando que «su padre estaba inmóvil». Sin embargo, en una posterior declaración a la policía, Sato afirmó que no sabía que su padre había muerto.
Los vecinos del barrio comentaron que hacía tiempo que no veían al anciano. Este tipo de casos, conocidos como «muertes solitarias», no son infrecuentes en Japón, especialmente entre personas mayores que viven solas o con pocos contactos sociales.
Las autoridades continúan investigando el caso que de comprobarse como abandono de cadáver podría ser castigado hasta tres años de prisión. (RI/AG/IP/)