El sector de los restaurantes de ramen en Japón atraviesa una grave crisis. Entre enero y septiembre de 2024, 47 establecimientos se han declarado en quiebra, un aumento del 42,4% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esta cifra ya supera el récord anual de 45 quiebras registrado en 2023, y se prevé que el número de quiebras podría superar los 60 al cierre del año.
El aumento de los costos operativos y de los precios de los ingredientes ha dejado a muchos restaurantes pequeños y medianos al borde del colapso. Los dueños de estos establecimientos luchan por mantener precios accesibles, especialmente con la «barrera psicológica» de los 1.000 yenes por plato, mientras que enfrentan alzas en los costos de energía y salarios.
IMPACTO DEL COVID Y POST PANDEMIA
Durante la pandemia, los restaurantes sufrieron la disminución del tráfico peatonal y las restricciones impuestas, aunque los programas de apoyo financiero lograron aliviar temporalmente la presión. Sin embargo, con la reactivación de la economía, otros problemas estructurales se han intensificado, como la inflación y la falta de mano de obra.
Entre las causas principales de estas quiebras, la baja en las ventas representa más del 70%. Además, el 89,3% de los restaurantes que han quebrado son pequeños negocios con menos de cinco empleados, lo que evidencia que los pequeños operadores son los más afectados.
TOKIO Y CHIBA ENCABEZAN LAS QUIEBRAS
Por áreas geográficas, Tokio encabeza la lista de quiebras con cinco casos, seguida por Chiba, Kanagawa y Osaka. Las ciudades más grandes y competitivas muestran un alto índice de cierre de negocios. En cuanto a los tipos de ramen más afectados, el ramen de caldo de miso y estilo chino lidera con un 27,6%, seguido por el tonkotsu (21,2%) y el ramen de miso (14,8%).
A pesar de que no parece haber grandes diferencias entre los tipos de ramen en términos de quiebras, la feroz competencia en el sector y los márgenes ajustados continúan presionando a estos pequeños negocios a reinventarse o cerrar. (RI/AG/IP/)
