El Kojimachi Chugakko, una escuela municipal de secundaria básica ubicada en el distrito de Chiyoda en Tokio, se ha puesto en el ojo del huracán. La escuela, que en el pasado fue aplaudida por eliminar exámenes, tareas y la figura del tutor de aula, está siendo criticada ahora por prohibir una presentación de baile de hip-hop de su club de danza, lo que ha generado un fuerte malestar entre estudiantes, padres y el entorno educativo, informó el diario Mainichi.
El cambio en las políticas del club de danza sorprendió a muchos. Según relatan los padres de los miembros del club, alrededor de 20 estudiantes se preparaban para una actuación de hip-hop en el festival cultural de la escuela, que se celebra cada otoño.
Sin embargo, a partir de marzo de este año, la administración de la escuela informó a los alumnos que no participarían en el festival, sino en una competencia de «danza creativa» organizada por la Asociación de Cultura Física de las Escuelas Secundarias de Japón.
La decisión fue justificada por el director del colegio, Tsutomu Horikoshi, en una carta publicada en el sitio web de la escuela. En ella, mencionó la dificultad de encontrar supervisores para el club y la intención de realizar una rutina en la que todos los miembros tuvieran un papel destacado como razones para este cambio. Pese a ello, los estudiantes de tercer año expresaron directamente al director su deseo de continuar con las presentaciones de hip-hop en el festival de la escuela.
LA ESCUELA NIEGA LA PROHIBICIÓN
En una reunión entre padres y maestros, se prometió que los alumnos de tercer año tendrían la oportunidad de realizar una actuación de despedida al finalizar el primer semestre. Las reacciones de los padres fueron mixtas, pero no se les dio la oportunidad de discutir el tema de manera conjunta.
A finales de mayo, algunos padres enviaron una carta a la Junta de Educación de Chiyoda, afirmando que privar a los estudiantes de participar en el festival cultural violaba las pautas del distrito sobre actividades extracurriculares.
La polémica se intensificó rápidamente, llegando incluso al Parlamento japonés. En mayo, se afirmó que la escuela había «prohibido» el hip-hop, lo que provocó una oleada de críticas en redes sociales por parte de expertos y activistas. No obstante, tanto la escuela como la Junta de Educación negaron que se tratara de una prohibición, señalando que los hechos se habían malinterpretado.
¿UN RETROCESO EN LA LIBERTAD ESTUDIANTIL?
El trasfondo del conflicto revela una tensión creciente entre los ideales de libertad estudiantil y la «reconstrucción» de la escuela bajo el control del director Horikoshi, dijo Mainichi. Un total de 46 padres, algunos de los cuales no pertenecían al club de danza, firmaron la carta enviada a la Junta de Educación, expresando su preocupación por la pérdida de la libertad que destacaba a esta escuela.
En el tiempo del exdirector Yuichi Kudo, entre 2014 y 2019, la escuela fue pionera en reformas educativas que priorizaban la autonomía y la independencia de los estudiantes. La abolición de las pruebas regulares, las tareas y el uso obligatorio de uniformes atrajo la atención nacional, lo que provocó un aumento en las solicitudes de estudiantes de fuera del distrito.
No obstante, con la llegada de Horikoshi en 2023, la escuela comenzó a adoptar un enfoque más tradicional. Según los materiales distribuidos por la propia escuela, se han reintroducido los exámenes regulares desde 2023, y en el curso 2024 se ha vuelto a exigir a los estudiantes el uso de uniformes, al menos en los eventos escolares. Además, el cambio en las políticas del club de danza se decidió en medio de estas transformaciones.
Este giro en la política ha generado una notable caída en el número de estudiantes matriculados. En 2024, la cifra de alumnos se redujo drásticamente a 346, y las voces de oposición siguen creciendo entre aquellos que aún permanecen en la escuela. El director se niega a responder preguntas de la prensa. (RI/AG/IP/)
