La competición de lucha libre femenina en los Juegos Olímpicos de París 2024 vivió un momento inesperado cuando la luchadora india Vinesh Phogat fue descalificada por no cumplir con el pesaje reglamentario en la categoría de 50 kilogramos.
Este hecho impactó directamente el desarrollo del torneo, permitiendo a la japonesa Yui Susaki, campeona olímpica en Tokio, acceder a una oportunidad que parecía perdida.
El incidente ocurrió en la mañana de ayer en la Champ-de-Mars Arena, donde se realizaba el pesaje previo a las competiciones. Según reveló Yoshihiro Kanahama, entrenador principal del equipo femenino japonés, la tensión en ese momento fue palpable. Vinesh, que debía presentarse a las 7:30 a.m., no apareció hasta pocos minutos antes de que cerrara el pesaje.
En un intento desesperado por cumplir con el límite de peso, Vinesh llegó corriendo al lugar del pesaje solo tres minutos antes del cierre, después de haberse cortado el cabello para intentar reducir su peso. Sin embargo, al subirse a la báscula, se descubrió que aún así había superado el límite en 100 gramos, lo que resultó en su descalificación inmediata.
«Fue un momento impactante», comentó Kanahama. «Es raro escuchar sobre una descalificación en el pesaje antes de una final olímpica, algo que nunca habíamos presenciado». Este sorprendente giro de los acontecimientos dejó perplejos a los presentes y cambió el rumbo de la competición.
La descalificación de Vinesh permitió a Susaki, quien había perdido previamente contra la luchadora india con un marcador ajustado de 3-2, una segunda oportunidad en el torneo. Este combate de repechaje se convirtió automáticamente en la lucha por la medalla de bronce, donde Susaki demostró su superioridad técnica al vencer a la ucraniana Oksana Livach por 10-0, asegurando así el tercer lugar en el podio.
Susaki, visiblemente emocionada, agradeció a su equipo y seguidores por el apoyo constante durante este inesperado y desafiante camino hacia la medalla. Su victoria no solo destaca su habilidad y perseverancia, sino también la volatilidad y la presión inherentes a la competición olímpica, donde incluso el más mínimo detalle puede cambiar el destino de los atletas. (RI/AG/IP)
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