En el 79º aniversario del bombardeo atómico sobre Hiroshima, la ceremonia conmemorativa realizada en el Parque Conmemorativo de la Paz estuvo marcada por momentos de tensión. La ciudad de Hiroshima implementó este año un refuerzo en las regulaciones del parque, prohibiendo, en la práctica, grandes concentraciones durante la ceremonia. Esta decisión generó una confrontación entre las autoridades locales y grupos pacifistas, así como movimientos anti nucleares.
Desde las primeras horas de la mañana, los empleados municipales intentaron desalojar a los manifestantes del parque como parte de las nuevas medidas de seguridad. A las 5 de la mañana, los trabajadores solicitaron a los presentes que abandonaran temporalmente el parque, señalando que era un «lugar de conmemoración» y pidiendo respeto por los espacios dedicados al recuerdo de las víctimas.
Sin embargo, miembros de la organización «8.6 Hiroshima Daikodo Jikko Iinkai» (Gran Acción del 6 de Agosto en Hiroshima) se negaron a moverse, levantando pancartas, banderas y gritando consignas.
Con carteles que decían «No a la guerra de agresión contra China» y «Detener la guerra de enmienda constitucional», cientos de manifestantes, entrelazados de brazos, rechazaron la petición de las autoridades.
A pesar de las súplicas repetidas de los funcionarios municipales para que no «quitaran el espacio a los dolientes», los manifestantes respondieron con gritos de «¡Fuera, fuera!» y exigieron conocer las bases legales de la regulación.
El conflicto se intensificó cuando los manifestantes, quienes cada año realizan una gran concentración en el área del Domo de la Bomba Atómica, continuaron resistiéndose. Este grupo, que incluye a activistas de la facción radical comunista «Chukakuha», ha sido confrontado en los últimos años por otro grupo que aboga por mantener la ceremonia en silencio, portando carteles que rezan «Silencio».
A diferencia de años anteriores, cuando las restricciones se limitaban a las inmediaciones de la ceremonia oficial, este año las autoridades extendieron las medidas a todo el parque. A partir de las 5 de la mañana, los manifestantes del parque fueron desalojados temporalmente y, a partir de las 6:30, se permitió el reingreso tras pasar por un control de seguridad que incluyó la prohibición de megáfonos y pancartas.
El refuerzo de las medidas de seguridad responde a enfrentamientos pasados. En 2023, la insistencia de los miembros de 8.6 Hiroshima Daikodo Jikko Iinkai de mantener su reunión en el parque llevó a un choque con la policía de Hiroshima, resultando en la detención de cinco hombres vinculados a Chukakuha bajo sospecha de violar la Ley de Violencia. Además, hubo enfrentamientos entre grupos rivales, que dejaron dos heridos.
Este contexto refleja las tensiones que hay entre los diferentes grupos que acuden a Hiroshima cada año, mostrando diferentes formas de honrar la memoria de las víctimas del bombardeo y de promover sus respectivas agendas políticas. Mientras las autoridades tratan de preservar la solemnidad del acto conmemorativo, los activistas insisten en utilizar la fecha para expresar su oposición a la guerra y a las armas nucleares, a menudo de manera ruidosa y desafiante. (RI/AG/International Press)
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