Toyota Motor ha registrado un beneficio operativo consolidado récord de 1,3 trillones de yenes (8.900 millones de dólares) para el trimestre más reciente. Sin embargo, los proveedores del grupo están sufriendo por el aumento de costos y los recortes de producción provocados por una serie de escándalos de certificación.
El jefe de contabilidad de Toyota, Masahiro Yamamoto, reconoció en una conferencia de resultados que las paradas de producción han impuesto una carga financiera significativa sobre los proveedores y distribuidores, aunque el impacto en las ganancias del grupo ha sido leve.
Toyota ha anunciado que incrementará su inversión en recursos humanos, incluyendo el apoyo a proveedores, en 50.000 millones de yenes adicionales este año fiscal, sobre los 380.000 millones de yenes inicialmente previstos, cubriendo los crecientes costos laborales y energéticos de los proveedores.
A pesar de las ganancias, debido en parte a un yen débil, la producción doméstica para la marca de lujo Lexus cayó un 9% a 760.000 vehículos. Daihatsu Motor, una de las empresas del grupo Toyota, ha sido duramente golpeada, suspendiendo la producción tras admitir fraude en las pruebas de certificación.
El impacto del escándalo del fraude en las certificaciones de calidad se ha ampliado a la suspensión de envíos de otros siete modelos de Toyota, mientras que otros vehículos están en espera de ser evaluados por autoridades extranjeras. La compañía también enfrenta problemas de control de calidad, como el defecto en las puertas del Prius, que resultó en un recall y la detención de producción durante dos meses.
A pesar de estos desafíos, Toyota mantiene una proyección de beneficio de 4,3 billones de yenes para el año fiscal actual, una disminución del 20% respecto al año anterior, pero una mejora significativa en comparación con crisis anteriores. Se espera que la producción aumente un 40% a 10 millones de vehículos, comparado con los 7 millones de vehículos en el año fiscal que terminó en marzo de 2010. (RI/International Press)
