“Obtenga altos ingresos extras solo con su smartphone”, decía un anuncio en línea que atrajo la atención de una mujer de mediana edad residente en la prefectura de Shizuoka.
Era fines del año pasado y la mujer, que tiene un trabajo, lo vio como una buena oportunidad para contar con más dinero.
Le ofrecieron 500.000 yenes (3.191 dólares) y terminó perdiendo (le robaron, mejor dicho) 200.000 yenes (1.276 dólares).
La mujer se inscribió en el sitio web, llamado Supoo, que ofrecía ingresos adicionales, revela en declaraciones a Mainichi Shimbun.
¿Qué tenía que hacer?
Brindar asesoría o consejos a hombres también registrados en Supoo.
Luego de inscribirse, un hombre identificado como “Nagano” le escribió a través de la función de chat del sitio.
Dijo trabajar en una compañía de tecnologías de la información y que le preocupaba su futuro laboral, pues pronto el presidente de la empresa sería sustituido por su nieta, una persona que no le agradaba por su carácter autoritario.
“¿Debo seguir trabajando allí?”, le preguntó a la mujer de Shizuoka, quien a partir de entonces se convirtió en su “consejera”.
Al poco tiempo no hubo más solicitudes de consejos por parte de Nagano, sino mensajes como “acabo de bañarme” y “comí”.
La mujer, sin embargo, no sospechó nada. Menos cuando casi al mes de entablar contacto, Nagano le dijo que quería enviarle 500.000 yenes como agradecimiento.
La víctima compartió su dirección con Nagano en el chat. De pronto, recibió un mensaje del administrador del sitio que le comunicó que enviar información personal era una “violación de los términos”, razón por la cual debía pagar una multa.
Sin sospechar que estaba siendo estafada, transifirió el monto de la sanción a una cuenta bancaria, pero allí no quedó la cosa. Luego le pidieron más dinero por “tarifas de uso” por conceptos como “corregir caracteres confusos”.
Las cantidades que le pedían eran pequeñas (entre 3.000 y 10.000 yenes) y considerando que al final recibiría 500.000 yenes, realizó las transferencias.
Pero nunca recibió el monto prometido y se dio cuenta de que la habían estafado más de 200.000 yenes en total.
Fue una “lección costosa”, dice la mujer, pero también “miserable” por cómo se siente por la desagradable experiencia.
No es la única víctima.
La policía ha arrestado a 26 hombres y mujeres involucrados en el fraude del sitio web que, según cálculos, estafaron a aproximadamente 8.600 personas en todo Japón 1.900 millones de yenes (12,12 millones de dólares). (International Press)