Akikazu Takami (seudónimo), un treintañero, vive con su pareja, también un hombre, y un hijo adoptado en la prefectura de Aichi.
En declaraciones a Kyodo, el hombre revela que el Tribunal de Familia de Nagoya ha autorizado que lleve el mismo apellido que su pareja.
Takami dijo estar contento con el fallo, que establece que su cónyuge y él “se apoyan mutuamente y mantienen una vida estable centrada en la crianza de su hijo. Sus vidas son prácticamente las mismas que las de los matrimonios heterosexuales”.
“Es socialmente aceptable” ofrecer el mismo nivel de “protección legal que a las parejas heterosexuales hasta cierto punto, en la medida que lo permita la ley”.
Japón no reconoce los matrimonios entre personas del mismo sexo.
El abogado de Takami dijo que es inusual que un tribunal acepte un cambio de apellido para una pareja del mismo sexo sobre la base de que se considera que tienen una relación similar a la del matrimonio heterosexual.
El letrado espera que la decisión judicial abra las puertas para que las parejas del mismo sexo avancen en su conquista de nuevos derechos.
En Japón las parejas casadas deben llevar el mismo apellido.
En los documentos oficiales, Takami figura como el padre de su hijo. Sin embargo, no ha revelado a la gente de su entorno su orientación sexual.
Takami y su pareja libran otra batalla judicial.
Ambos presentaron una demanda ante el Tribunal de Distrito de Nagoya, en la que sostienen que el no reconocimiento legal del matrimonio entre personas del mismo sexo colisiona con la Constitución.
La pareja exigió una compensación por parte del Estado por no tomar medidas para revertir la situación.
Si bien el Tribunal de Distrito de Nagoya estableció que no reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo es inconstitucional, rechazó su demanda de compensación.
La pareja apeló el fallo. (International Press)
