Es de sobra conocido que hay turistas extranjeros en Japón que compran productos exonerados del impuesto al consumo y los revenden mientras están en el país, violando la ley.
Las autoridades han descubierto que algunos gastaron más de 100 millones de yenes (633.000 dólares) en artículos que nunca se llevaron a sus países, pues todos los revendieron en Japón antes de irse.
Hay bandas detrás de esta práctica fraudulenta que involucra incluso a trabajadores de las tiendas duty-free.
Es el caso de Daikokuya, una cadena con 25 locales en Japón que comercializa productos de marcas de lujo usados, revela Asahi Shimbun.
Así funcionaba el fraude:
Los estafadores buscaban a compradores extranjeros través de las redes sociales.
Una vez reclutados, se les instruía para que fueran a determinadas tiendas y compraran artículos específicos.
Los empleados que eran parte de la movida sabían cuándo llegarían los compradores “contratados” y qué artículos comprarían.
Luego los productos eran revendidos. Otras empresas estaban involucradas en las operaciones ilegales.
Tras el destape del fraude, las autoridades ordenaron a Daikokuya pagar un total de 230 millones de yenes (1,45 millones de dólares) en impuestos al consumo y multas.
Si bien puede decirse que la cadena fue víctima de malos trabajadores, lo cierto es que también fue negligente al no revisar de manera exhaustiva los pasaportes de los compradores para verificar que realmente eran turistas o los genuinos propietarios (hubo extranjeros que utilizaron los documentos de otros para realizar compras).
Los empleados involucrados renunciaron a la empresa antes de que comenzara la auditoría fiscal.
En el año fiscal 2022, Daikokuya registró ventas por 12.400 millones de yenes (78,6 millones de dólares). (International Press)
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.