En diciembre de 2021, un estudiante de una preparatoria privada en Osaka fue sorprendido haciendo trampa en un examen de fin de semestre.
Los profesores llevaron al adolescente a otro ambiente y lo amonestaron por su acto que calificaron de deshonesto.
Le pusieron un cero en todas sus materias, lo suspendieron de la escuela durante ocho días, le ordenaron copiar 80 volúmenes de sutras budistas y escribir una carta de disculpa.
Dos días después, el adolescente se suicidó.
Sus padres presentaron esta semana una demanda en el Tribunal de Distrito de Osaka contra la escuela, a la que exigen una compensación de 100 millones de yenes (659.000 dólares).
Ellos alegan que el duro castigo causó la muerte de su hijo.
En la demanda afirman que el exceso de tareas que le mandaron como castigo lo abrumó emocionalmente y contribuyó a su decisión de quitarse la vida.
Asimismo, sostienen que el hecho de que la escuela budista enfatizara repetidamente a los estudiantes que hacer trampa es un delito grave que implica deshonestidad inculcó en su hijo un profundo temor de ser humillado.
La escuela no ha comentado la demanda, pues aún no la ha recibido.
Tras la muerte del chico, la escuela formó un comité de terceros para investigarla.
Su conclusión: no existía una relación de causalidad entre los actos de la preparatoria y el suicidio.
Los padres criticaron el informe, pues, señalan, no sondeó a más alumnos para tener una comprensión más amplia de las circunstancias que rodearon la muerte del adolescente. (International Press)
