Japón podría aprobar en abril nuevos requisitos de residencia para los extranjeros que inician negocios, permitiéndoles una gama más amplia de fuentes de financiamiento y reduciendo los mínimos de capital que ahora son difíciles de cumplir.
La Agencia de Servicios de Inmigración se apura para modificar sus directrices para el estatus de residencia otorgado a gerentes de empresas, como parte de los esfuerzos del gobierno para atraer talento extranjero calificado, dijo el Nikkei.
Muchos solicitantes son aprobados inicialmente para estadías de un año. Pueden renovar su estatus de forma indefinida siempre que cumplan ciertos requisitos. A finales del año pasado, alrededor de 37.000 extranjeros con nivel de gerentes de negocios vivían en Japón con ese estatus.
Se trata de una cantidad muy baja en el contexto de los países más desarrollados. Japón ocupó el puesto 25 entre 35 países en atracción de talento internacional en una clasificación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos en 2019.
Inmigración decide si aprueba a los solicitantes para este estatus en función de si la empresa en cuestión puede seguir funcionando y si el solicitante participa realmente en su gestión. Los requisitos incluyen una ubicación física y al menos dos empleados de tiempo completo o una inversión de 5 millones de yenes (33.000 dólares).
Según las nuevas normas, los empresarios no tendrán que cumplir los requisitos de capital únicamente con los fondos disponibles. También podrán incluir dinero recaudado a través del mecanismo japonés de recaudación de fondos J-KISS para nuevas empresas, entre otras fuentes, bajo ciertas condiciones.
Los patrocinadores de J-KISS financian nuevas empresas mediante la compra de derechos de adquisición de acciones. A diferencia de los préstamos, no existe la obligación de devolver los fondos y la startup puede tratar el capital como efectivo disponible. Las empresas emergentes recurren cada vez más a J-KISS como una forma rápida de acceder a financiación inicial.
El consejo de reforma regulatoria de la Oficina del Gabinete había instado al gobierno a reevaluar las reglas de residencia para empresarios extranjeros. La necesidad de al menos 5 millones de yenes en capital, además de los fondos necesarios para mantener el negocio en funcionamiento, presenta un gran obstáculo financiero para los fundadores de pequeñas empresas emergentes. (RI/NI/)
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