El psiquiatra sueco Anders Hansen, autor de best-seller de «La verdadera píldora de la felicidad» y de «El cerebro depre», ha explicado cómo las redes sociales afectan el funcionamiento de nuestro cerebro, profundizando en los mecanismos que llevan a la difusión de información falsa y al aumento de la polarización en línea.
Hansen, médico y especialista en psiquiatría del Instituto Karolinska de Estocolmo y aclamado autor de divulgación científica en Suecia, dijo al Nikkei que las redes sociales, al explotar ciertos mecanismos biológicos están conduciendo a la polarización de las comunidades.
«El algoritmo (desarrollado por las tecnológicas) ha seleccionado cosas que cree que notarás. Y nuestros ojos son atraídos por cosas que nos hacen enojar, o tener miedo, o algo con lo que ya estás de acuerdo. Estos son talones de Aquiles en nuestra psicología», sostuvo.
Uno de los aspectos fundamentales señalados por Hansen es la adaptación del cerebro humano a un entorno ancestral, donde la supervivencia dependía de la capacidad de detectar amenazas y pertenecer a un grupo social.
«Debemos ser conscientes de que el cerebro evolucionó para la supervivencia. El cerebro no ha cambiado en los últimos 10.000 o incluso 20.000 años. Todavía estamos adaptados a la vida en la sabana. Nuestro enfoque es muy, muy frágil. Eso no es porque estemos rotos, sino porque tenemos que escanear constantemente nuestro entorno en busca de información. Y eso crea una vulnerabilidad en la sociedad actual», sostuvo Hansen.
«¿Por qué prestamos atención a cosas que nos hacen enojarnos y tener miedo?», se preguntó el psiquiatra. «Eso se debía a que estas cosas eran muy importantes para estar al tanto durante casi toda nuestra historia. El algoritmo de la red social detectará eso y te mostrará esas cosas y, por lo tanto, se propaga la ira y nos asusta, no porque alguien lo quisiera, sino porque ese es un mecanismo biológico en nosotros que se convirtió en algo en nuestra contra».
Ante este panorama, Hansen instó a la regulación de las redes sociales, equiparándolas a infraestructuras sociales críticas que requieren supervisión y control.
Además, destacó la importancia de la educación y la concienciación sobre los mecanismos cerebrales que subyacen al uso de las redes sociales, para que los usuarios puedan desarrollar una mayor resiliencia frente a la manipulación emocional y la difusión de información falsa.
En resumen, Hansen ofreció una perspectiva crítica sobre el impacto de las redes sociales en el cerebro humano, subrayando la necesidad de comprender y abordar los mecanismos psicológicos que alimentan la polarización y la difusión de desinformación en la sociedad contemporánea. (RI/NI/)
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.