Una enfermera japonesa que fue abusada sexualmente por un sacerdote católico hace 46 años llegó a un acuerdo con la Diósesis de Sendai en una demanda judicial que llegó a su final este 20 de diciembre. La iglesia se disculpará y pagará una compensación de 3,3 millones de yenes, unos 22.700 dólares.
La mujer, que ahora tiene 70 años, interpuso una demanda contra la Diócesis Católica de Sendai por 51 millones de yenes en daños y perjuicios, alegando haber sido agredida sexualmente por un sacerdote de una iglesia católica en la Prefectura de Miyagi.
Según los términos del acuerdo, la diócesis se compromete a «esforzarse» para prevenir las agresiones sexuales y el abuso dentro de la iglesia y a realizar una investigación interna inmediata y a manejar adecuadamente las denuncias que se presenten en lo sucesivo.
«Aunque la diócesis no admitió completamente la agresión, se comprometió a prevenir las agresiones sexuales, algo que tiene significado para las víctimas», dijo la defensa al anunciar el acuerdo.
La demandante, que guardó en reserva su identidad, comentó: «He luchado con determinación para poner fin a estos hechos criminales. Estoy contenta de haber superado este obstáculo en mi vida».
En 1977, la mujer fue agredida sexualmente por un sacerdote de la Iglesia Católica de Kesennuma y denunció el caso a la iglesia japonesa en 2016. Un informe realizado por un comité externo, presentado en octubre de ese mismo año concluyó: «es muy probable que haya ocurrido un abuso sexual’, pero no responsabilizó al sacerdote.
El abogado de la diócesis comentó a los medios: «Aceptamos el resultado de la investigación del comité externo, que determinó que era muy probable que hubiera ocurrido el abuso y ofrecemos nuestras disculpas».
Una enfermera japonesa que fue abusada sexualmente por un sacerdote católico hace 46 años llegó a un acuerdo con la Diósesis de Sendai en una demanda judicial que llegó a su final este 20 de diciembre. La iglesia se disculpará y pagará una compensación de 3,3 millones de yenes, unos 22.700 dólares.
La mujer, que ahora tiene 70 años, interpuso una demanda contra la Diócesis Católica de Sendai por 51 millones de yenes en daños y perjuicios, alegando haber sido agredida sexualmente por un sacerdote de una iglesia católica en la Prefectura de Miyagi.
Según los términos del acuerdo, la diócesis se compromete a «esforzarse» para prevenir las agresiones sexuales y el abuso dentro de la iglesia y a realizar una investigación interna inmediata y a manejar adecuadamente las denuncias que se presenten en lo sucesivo.
«Aunque la diócesis no admitió completamente la agresión, se comprometió a prevenir las agresiones sexuales, algo que tiene significado para las víctimas», dijo la defensa al anunciar el acuerdo.
La demandante, que guardó en reserva su identidad, comentó: «He luchado con determinación para poner fin a estos hechos criminales. Estoy contenta de haber superado este obstáculo en mi vida».
En 1977, la mujer fue agredida sexualmente por un sacerdote de la Iglesia Católica de Kesennuma y denunció el caso a la iglesia japonesa en 2016. Un informe realizado por un comité externo, presentado en octubre de ese mismo año concluyó: «es muy probable que haya ocurrido un abuso sexual’, pero no responsabilizó al sacerdote.
El abogado de la diócesis comentó a los medios: «Aceptamos el resultado de la investigación del comité externo, que determinó que era muy probable que hubiera ocurrido el abuso y ofrecemos nuestras disculpas». (RI/AG/IP/)